Una expedición arqueológica tuvo un hallazgo inesperado en un lugar clave de la II Guerra Mundial. En el búnker llamado "la guarida del lobo", en la que Adolf Hitler estuvo 800 días viviendo en absoluto secreto, encontraron restos de cuerpos humanos. Se trata de un cráneo y varios huesos, de más de una persona. Sorprendentemente, faltan las manos y los pies entre las piezas encontradas.
Se trata de los esqueletos parciales de cinco personas - sin las manos ni los pies - en lo que fue el búnker de Hitler que mandó a construir en 1941. Los arqueólogos alertaron a las autoridades polacas para que destinen más fondos para investigar cuál puede ser el origen de esos restos humanos.
Los secretos de la Guarida del Lobo
En alemán, su nombre era "Wolfsschanze" y ese nombre se le dio porque a Hitler le gustaba que se lo llamara en clave de ese modo, como el lobo que dirigía a la manada del nazismo.
Estaba ubicada a 720 kilómetros en lo que entonces era parte de la Alemania Nazi. Allí mandó a construir un refugio de 50 búnkeres y 70 cuarteles para dar logística y seguridad. Estaba construida de concreto, pero con los techos disimulados con tierra y pasto, para camuflarse con el paisaje boscoso que rodeaba la aldea de Giero en la antigua Rastemburg. De hecho fue la "segunda capital" del régimen Nazi, ya que Hitler vivió allí hasta que el ejército rojo estuvo a solo 90 kilómetros de distancia en 1945.Tenía baterías antiaéreas y hasta una estación de ferrocarril para llegar rápidamente a Berlín.
Los principales colaboradores de Hitler, entre ellos Martin Bormann (secretario privado del Führer) y Hermann Göring (líder de la Fuerza Aérea y vicecanciller del régimen Nazi).
Los arqueólogos retiran los restos humanos hallados en el búnker de Hitler. (Foto: Genitleza BBC)
El misterio de los restos humanos
"La guarida del lobo" fue dinamitada por orden expresa de Hitler en 1945, pero parte del complejo resistió los kilos de TNT que se usaron para destruirla. Quedó como un lugar marcado para la historia de los hechos de la segunda guerra mundial. En 2017, el gobierno polaco ordenó que se termine con a obra de eliminar los restos de las estructuras que quedaron en pie.
Un grupo de arqueólogos logró un permiso especial para investigar el antiguo búnker del Führer. Y así fue que encontraron los restos humanos que ahora asombran a las autoridades. Se trata de huesos pertenecientes a tres adultos, un adolescente y un bebé recién nacido. Esto es lo poco que ha anunciado la fundación polaca Latebra, con sede en Gdansk, Polonia. Es la responsable de la investigación de los científicos.
Los cinco cuerpos estaban uno cerca del otro, organizados apuntando en una misma dirección, fuera de una casa que ocupaba el comandante nazi Hermann Göring.
También hallaron tablas quemadas y restos de un alcantarillado, parte de la enorme instalación secreta que hizo montar Hitler. Uno de los miembros de la fundación, Adrian Kostrzewa, le dijo a la CNN que el hallazgo se produjo mientras investigaban los restos de un baño, al que estaban desenterrando. Bajo tierra, encontraron también tuberías del búnker nazi.
Sin embargo, luego encontraron cenizas y una llave quemada, antes de llegar hasta el fragmento de cráneo. "Fue muy sorprendente. Hay muchas teorías sobre por qué no tienen manos ni pies", dijo Kostrzewa. Pero por el momento, no se puede precisar.
Teniendo en cuenta el lugar en donde se halló, se puede presumir que fueran algunos soldados, o parte de las más de 2.000 personas que se desempeñaban en ese búnker. Como entre la dotación había mujeres, puede que los restos de un niño fuera el hijo de alguna de ellas o, un familiar que algún jerarca nazi haya llevado a pasar un tiempo en ese refugio.
Operación "Valquiria" el frustrado intento por asesinar a Hitler
El 20 de julio de 1944, Se produjo uno de los hechos que pudo cambiar el curso de la guerra. En Berlín, muchos alemanes, nazis o no, ya estaban disconformes con el manejo y conducción de Hitler, tanto en el Reichtagg como en las campañas militares. Pusieron en marcha la "operación Valquiria" (nombre escogido por una de las óperas de Wganer), un complot para asesinar a Hitler.
Así quedó la sala de conferencias de la "guarida del lobo", en un fallido intento por matar a Adolf Hitler. (Foto: Gentileza DW)
Pero la clave era llegar hasta él, refugiado en la "guarida del lobo". Con el pretexto de una comunicación importante, el coronel Claus von Stauffenberg llegó al búnker y estuvo frente a frente con el Führer en una reunión de los altos mandos en la sala de conferencias de ese refugio estratégico.
Pero dos elementos fortuitos, contribuyeron a que Hitler lograra salvarse. La sala de conferencias era uno de los pocos lugares con amplios ventanales que, como era verano, estaban abiertos. Claus von Stauffenberg llevaba la bomba en un maletín que dejó debajo de la mesa a poca distancia del Hitler. Con la excusa de un llamado, dejó la sala. Otro oficial que estaba en la reunión, vio el maletín y lo desplazó con su pierna, lejos del Führer.
Cuando el mecanismo remoto hizo explosión la pata y la mesa absorbieron gran parte de su poder destructivo. También ayudo a amortiguar su poder, que los ventanales estaban abiertos de par en par. Murieron cuatro jerarcas nazis, pero Hitler resulto con heridas menores y de inmediato ordenó el castigo para los conspiradores. Hubo casi 1.000 personas sindicadas en esa organización tramada en Berlín. Stauffenberg, quien iba de regreso a Berlín fue capturado y ejecutado.
Es por eso, que saber la identidad de los restos hallados en la "guarida del lobo" tiene ahora un sentido especial.