La causa judicial por el violento episodio ocurrido en Villa Crespo, donde Laura Leguizamón terminó con la vida de su esposo y sus dos hijos antes de suicidarse, sigue su curso con énfasis en su estado psíquico. En este contexto, cobra protagonismo el psiquiatra que la venía tratando, ya que existe la posibilidad de que hubiera sugerido su internación antes de la tragedia.

Un cuadro mental deteriorado

A pocos días del hecho que conmocionó al barrio porteño, el profesional de la salud mental que la asistía gana relevancia en la investigación. Aunque todavía no trascendió su identidad, se sabe que en los últimos tiempos había incrementado su presencia en la vida de Leguizamón debido al agravamiento de su condición.

Si bien el diagnóstico exacto aún no fue revelado oficialmente, todo indica que se trataba de una combinación de depresión y esquizofrenia. Así lo confirmó Nora Leguizamón, hermana de la mujer, quien sostuvo que Laura había comenzado un tratamiento psiquiátrico dos meses antes.

Tratamiento en curso

Según fuentes vinculadas al expediente, dentro de la vivienda donde ocurrieron los hechos se incautaron varios medicamentos, lo que confirma que la mujer se encontraba bajo atención médica. Uno de los remedios encontrados fue sertralina Rospaw 50 mg, un antidepresivo utilizado para tratar tanto trastornos depresivos como de ansiedad, y que ayuda a evitar recaídas en pacientes con síntomas severos.

Este fármaco actúa inhibiendo de forma selectiva la recaptación de serotonina, un neurotransmisor clave en la regulación emocional del sistema nervioso.

Además, se encontró olanzapina Midax 10 mg, un antipsicótico prescrito para casos de esquizofrenia, episodios bipolares y depresiones profundas. Ambos medicamentos refuerzan la hipótesis de que Leguizamón estaba cursando un trastorno psiquiátrico grave, posiblemente un brote psicótico con rasgos esquizofrénicos.

Un posible rechazo familiar

Uno de los ejes que intenta esclarecer la investigación es si el psiquiatra llegó a recomendar una internación preventiva y si esta alternativa fue descartada por la familia. En caso de confirmarse, este dato podría ser clave para determinar si el profesional actuó dentro de los protocolos o si hubo omisiones.

Mientras persiste la conmoción por este homicidio intrafamiliar seguido de suicidio, se aguarda la difusión de resultados preliminares de las pericias que incluyen la revisión de la historia clínica de la mujer, los dispositivos tecnológicos incautados, cuchillos utilizados y una carta escrita con sangre encontrada en la escena.