Una ola de frío intenso comenzará a instalarse en el país a partir de este domingo, con el ingreso de una corriente de aire polar que se desplazará desde el sur hacia el norte, modificando drásticamente el escenario climático. Esta irrupción gélida traerá consigo heladas generalizadas y temperaturas mínimas extremadamente bajas, que impactarán especialmente en el centro y oeste de Argentina.

Se espera que el frío más riguroso se haga sentir desde el lunes, con marcas térmicas que podrían alcanzar los -8 °C en zonas como Mendoza, San Luis, Córdoba, La Pampa y Buenos Aires. Esta situación genera inquietud en el ámbito rural, ya que el descenso abrupto de la temperatura representa un riesgo importante para los cultivos. Además, la presencia de viento sur acentuará aún más la sensación térmica.

A este escenario se suma una etapa de alta estabilidad atmosférica, con cielos mayormente despejados y muy pocas probabilidades de lluvias al menos durante diez días. La masa polar continuará extendiéndose hacia el NEA y NOA, y no sólo afectará al territorio argentino, sino que también alcanzará a países limítrofes como Uruguay, Paraguay y el sur de Brasil.