Tres de cada cuatro argentinos admite haber sido víctima de estafa digital
Un estudio de BioCatch reveló que el setenta y seis por ciento de los usuarios argentinos ha sido víctima de al menos un fraude digital. Phishing, robo de identidad y engaños en compras online lideran las modalidades, mientras la tecnología impulsa nuevas amenazas.
El avance del fraude digital en Argentina preocupa a especialistas: siete de cada diez argentinos admiten haber sufrido al menos una estafa en línea, ya sea mediante phishing, suplantación de identidad o engaños en plataformas de comercio electrónico.
De acuerdo con el informe global de BioCatch, el sesenta y tres por ciento de los delitos informáticos en el país corresponden a fraudes digitales, una cifra que lo coloca entre los más afectados de América Latina. El auge de las compras online, la digitalización de pagos y el uso masivo de dispositivos móviles han creado un escenario perfecto para el desarrollo de nuevas técnicas delictivas, que van desde ataques automatizados hasta el control remoto de dispositivos de las víctimas.
Este fenómeno también está impulsado por el enorme volumen de operaciones en línea y la rapidez con la que se ejecutan, factores que han dejado obsoletos muchos de los sistemas de seguridad tradicionales. Frente a esto, las soluciones que incorporan verificación de identidad en tiempo real surgen como una herramienta fundamental para frenar estas prácticas sin afectar la experiencia del usuario. Gracias a tecnologías como biometría facial, análisis de comportamiento e inteligencia artificial, es posible confirmar que quien opera es realmente quien dice ser.
Las recomendaciones incluyen solicitar un documento oficial acompañado de una selfie con validación biométrica, activar controles más estrictos cuando se detecten señales de riesgo, emplear inteligencia artificial para reconocer patrones extraños antes de que se consume la estafa y aprobar automáticamente las operaciones seguras para evitar fricciones innecesarias.
Consejos para no caer en el phishing
Los especialistas advierten que es clave:
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Desconfiar de mensajes con promesas exageradas, grandes descuentos u ofertas gratuitas.
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Verificar cuidadosamente direcciones de correo o sitios web, prestando atención a errores y nombres incompletos.
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Ser precavido con publicaciones o promociones en redes sociales, ya que muchas estafas usan anuncios pagos para difundir enlaces falsos o archivos maliciosos.
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Confirmar la información por otro canal (como una llamada) si un mensaje parece sospechoso, incluso si proviene de un remitente conocido.