Las cifras de casos de tuberculosis encienden una señal de alarma en el sistema sanitario
Los casos de tuberculosis aumentaron un 38% en Argentina, según datos oficiales. La baja cobertura de vacunas como la BCG vuelve a encender alertas en el sistema de salud.
En Argentina, los casos de tuberculosis experimentaron un crecimiento del 38%, una cifra que genera inquietud entre especialistas y autoridades sanitarias. El repunte se vincula con niveles bajos de vacunación, a pesar de que la enfermedad es evitable y tratable. En este escenario, volver a priorizar las campañas de inmunización resulta esencial.
La vacuna BCG, aplicada en la infancia, está diseñada para evitar las formas más severas de esta infección, como la meningitis tuberculosa o la osteomielitis. A pesar de su efectividad comprobada, muchas personas no están debidamente inmunizadas, ya sea por desinformación o falta de acceso, según explicó la doctora Valeria El Haj, Directora Médica Nacional de OSPEDYC.
De acuerdo con el Boletín Epidemiológico Nacional correspondiente a la semana del 14 de abril de 2025, se reportaron 3.488 nuevos casos, una cifra que supera ampliamente la media de 2.530 casos de los últimos cinco años. Además, entre 2023 y 2024, solo en el AMBA se detectaron 19.915 infecciones, con un aumento sostenido durante el último período.
La tuberculosis es provocada por el bacilo de Koch y se propaga por el aire, a través de la tos, los estornudos o incluso el habla. El contagio es más probable en espacios cerrados y de convivencia continua, como hogares, escuelas, lugares de trabajo o instituciones.
En cuanto a la inmunización, no se requiere una revacunación si se cuenta con el registro en el carnet, incluso si no quedó marca en la piel. Sin embargo, en menores de seis años que no tengan constancia ni cicatriz, se recomienda aplicar la dosis.
Para contener la enfermedad, los especialistas destacan la importancia de una estrategia combinada que incluya vacunación, diagnóstico precoz y tratamiento adecuado. Este enfoque sigue siendo el camino más eficaz para frenar la expansión de una enfermedad que, aunque conocida, sigue representando un desafío vigente.