Identificaron al joven enterrado al lado de la casa en donde vivió Gustavo Cerati
Tras casi cuarenta años de incertidumbre, la familia de Diego conoció su destino: fue asesinado brutalmente y enterrado junto a la casa que alguna vez habitó Gustavo Cerati. La identificación fue posible gracias a un estudio de ADN del EAAF.
Luego de casi tres meses de exhaustiva investigación, el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) logró establecer la identidad del joven hallado enterrado el pasado veinte de mayo, en una propiedad contigua al chalet donde vivió Gustavo Cerati, el reconocido líder de Soda Stereo, fallecido el cuatro de septiembre de dos mil catorce.
La víctima era un adolescente de dieciséis años llamado Diego, quien había sido reportado como desaparecido en mil novecientos ochenta y cuatro.
Diego tenía 16 años cuando fue visto por última vez. Foto: Gentileza Clarín
Diego tenía dieciséis años cuando Fue visto por última vez el 26 de julio de 1984, en la zona que divide Villa Urquiza y Belgrano. Esa noche nunca volvió a su hogar. Su familia intentó denunciar la desaparición ante la Policía Federal, pero no les tomaron la denuncia. Su padre, Juan, murió sin conocer la verdad. Hoy, su madre y hermanos finalmente supieron qué ocurrió: Diego fue asesinado y su cuerpo enterrado clandestinamente en una propiedad de Coghlan, justo al lado del chalet que décadas después habitó el músico Gustavo Cerati.
El caso comenzó a esclarecerse de manera accidental, cuando el pasado veinte de mayo, albañiles que trabajaban en una obra ubicada en Congreso al tres mil setecientos encontraron restos humanos mientras excavaban. El terreno donde se realizaban los trabajos corresponde a la antigua casa del líder de Soda Stereo.
Entre los escombros hallaron fragmentos óseos, piezas dentales, una suela de zapato y un reloj; la Justicia investiga si se trata de un entierro ilegal.
Según fuentes de la Policía de la Ciudad, los restos fueron hallados durante una excavación cercana a una medianera, donde se desprendió tierra de una vivienda lindera y aparecieron huesos humanos a simple vista. En los años ochenta, los fondos de ambas propiedades solo estaban separados por una ligustrina, por lo que los investigadores sospechan que el cuerpo fue enterrado en el lote contiguo al que ocupó Cerati.
A partir de ese hallazgo, el caso quedó en manos del fiscal Martín López Perrando, quien solicitó la intervención del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF). El equipo forense realizó un análisis detallado de los restos, logrando identificar a la víctima semanas después.
Fue visto por última vez el 26 de julio de 1984, en la zona que divide Villa Urquiza y Belgrano. Esa noche nunca volvió a su hogar. Foto: Gentileza Clarín
En junio pasado, el EAAF entregó un informe determinante: los huesos correspondían a un varón de entre dieciséis y diecinueve años, víctima de una muerte violenta. Según fuentes judiciales, el cuerpo tenía una herida de arma blanca a la altura de la cuarta costilla, como si hubiese sido atacado desde atrás. Además, habría signos de intento de desmembramiento.
Aunque durante semanas permaneció como un NN, finalmente se supo que se trataba de Diego, gracias a la comparación de ADN con su madre. La periodista de Clarín Virginia Messi difundió el caso. Fue un sobrino quien, al ver las noticias, sospechó que podría tratarse de su tío desaparecido.
Casa en donde encontraron los restos de Diego. Foto: Captura Google Maps
El padre de Diego, Juan Benigno, había declarado años atrás a la revista Esto! que la policía caratuló la desaparición como "fuga de hogar" desde el principio. Él siempre sostuvo que su hijo había sido secuestrado, no que se fue por voluntad propia. Sus reclamos no fueron escuchados.
La última vez que se lo vio, Diego había regresado del colegio, almorzó con su familia y pidió dinero para tomar el colectivo rumbo a la casa de un amigo. Fue su sobrino quien reconoció el posible vínculo con los restos descubiertos, y un análisis genético confirmó la identidad.
El EAAF, que trabaja con casos de desapariciones en democracia, se encargó del cotejo. Luego de extraer una muestra de ADN de su madre y compararla con la obtenida de los restos, se determinó la coincidencia genética.
Quienes tengan familiares desaparecidos pueden comunicarse con el EAAF al 0800-345-3236 o escribir a casos@eaaf.org.