El sector manufacturero enfrenta un escenario crítico por el auge de los ciberataques
El impacto creció un 30 % en el último año y ya amenaza fuertemente al sector.
La industria manufacturera enfrenta una escalada de ciberataques semanales que ponen en jaque sus operaciones, finanzas y proyección futura. En promedio, cada compañía recibe 1.585 intentos de ataque por semana, lo que supone un incremento del 30 % respecto al año pasado.
El ransomware se ha convertido en la principal amenaza: los atacantes no necesitan acceder a datos sensibles, sino que bloquean los sistemas y exigen rescates millonarios para liberarlos.
La interconexión de la cadena de suministro multiplica la vulnerabilidad. Un solo proveedor comprometido puede desatar un efecto dominó capaz de afectar a centenares de empresas. En este contexto, la seguridad de cada eslabón resulta clave para sostener la resistencia de toda la red industrial.
A esto se suman los ataques impulsados por gobiernos y grupos hacktivistas, cuyo objetivo no solo es el beneficio económico, sino también el robo de propiedad intelectual y la generación de disrupciones estratégicas. En los últimos dos años se filtraron diseños de drones, tecnologías de defensa y desarrollos automotrices, lo que eleva la ciberseguridad a un tema de interés geopolítico y nacional.
Ante este panorama, los líderes industriales ya no pueden ver la ciberseguridad como un problema técnico aislado. Se impone una estrategia integral que garantice la continuidad operativa, refuerce la cadena de proveedores, proteja activos intangibles y apueste a una defensa proactiva sustentada en inteligencia.
La manufactura, históricamente enfocada en la eficiencia y la productividad, ahora se enfrenta al desafío de incorporar la resiliencia como una nueva ventaja competitiva.