Dentro de la Economía de cualquier Nación, y en lo que respecta a la Economía Global, es decir en cuanto a las múltiples relaciones que se dan entre las diversas Naciones, el asunto de la Cuestión Monetaria, Bancaria y Financiera, es un aspecto que condiciona y determina el resto de las dinámicas económicas, sea en lo micro como por ejemplo en la economía familiar, o en lo macro, como por ejemplo en la economía de una gran industria con presencia internacional.

Si bien para una mejor comprensión del asunto es oportuno desglosar y abordar en análisis separados a la cuestión Monetaria por un lado, la Bancaria por otro, y la Financiera por otro, sabiendo que inevitablemente éstas se encuentran relacionadas entre sí, en este escrito solo nos explayaremos en la Cuestión Monetaria, pero mencionando previamente la siguiente aclaración.

En términos generales la Cuestión Monetaria hace referencia a la moneda o monedas de curso legal (peso argentino, dólar, euro, yuan, etc.) y las políticas de instrumentación de éstas. La Cuestión Bancaria a las Entidades Crediticias en su aspecto Institucional (Banco Nación, y demás Bancos habilitados) y en el caso del Banco Central, se agrega la capacidad de emitir normativa. Por último la

Cuestión Financiera hace referencia a los diversos tipos de financiación y a las inversiones líquidas.

I-LA MONEDA CONFORME AL MAGISTERIO DE LA IGLESIA CATÓLICA

Si bien en numerosas Encíclicas Papales se aborda el asunto de la cuestión económica, en sus diversos aspectos como por ejemplo el sostenimiento del bien común, la propiedad privada, la iniciativa privada, el salario justo, la jornada laboral, los derechos de los obreros, la expresa condena al comunismo y al socialismo, como así también al nazismo y al facismo, la defensa de una economía de mercado aunque con sus necesarias regulaciones, la expresa condena al liberalismo económico, el desarrollo económico, la redistribución de riquezas, la ética en la economía siendo algunas de las más importantes:

1. Rerum Novarum (1891) de León XIII: Trata sobre la cuestión social y la justicia económica.

2. Quadragesimo Anno (1931) de Pío XI: Analiza el capitalismo y la necesidad de una economía justa.

3. Pacem in Terris (1963) de Juan XXIII: Denuncia las desigualdades económicas y la concentración de riqueza en manos de unos pocos, promoviendo la solidaridad y la justicia social.

4. Populorum Progressio (1967) de Pablo VI: Se enfoca en el desarrollo económico y la justicia social.

5. Sollicitudo Rei Socialis (1987) de Juan Pablo II: abordó la necesidad de una reforma estructural de los sistemas financieros mundiales.

6. Centesimus Annus (1991) de Juan Pablo II: Reflexiona sobre los desafíos económicos contemporáneos y la importancia de un sistema que garantice la equidad y el desarrollo humano.

7. Caritas in Veritate (2009) de Benedicto XVI: Examina la globalización y la ética en la economía.

En este escrito nos focalizaremos en las que se refieren al asunto Monetario.

1) Encíclica Quadragesimo Anno de Pio XI (1922-1939) "(...) Salta a los ojos de todos, en primer lugar, que en nuestros tiempos no sólo se acumulan riquezas, sino que también se acumula una descomunal y tiránica potencia económica en manos de unos pocos, que la mayor parte de las veces no son dueños, sino sólo custodios y administradores de una riqueza en depósito, que ellos manejan a su voluntad y arbitrio. Dominio ejercido de la manera más tiránica por aquellos que, teniendo en sus manos el dinero y dominando sobre él, se apoderan también de las finanzas y señorean sobre el crédito, y por esta razón administran, diríase, la sangre de que vive toda la economía y tienen en sus manos así como el alma de la misma, de tal modo que nadie puede ni aun respirar contra su voluntad". "(...) Por lo que atañe a las naciones en sus relaciones mutuas, de una misma fuente manan dos ríos diversos: por un lado, el "nacionalismo" o también el "imperialismo económico"; del otro, el no menos funesto y execrable "internacionalismo" o "imperialismo" internacional del dinero, para el cual, donde el bien, allí la patria".

3) Encíclica Populorum Progressio de Pablo VI (1897-1978) "(...) Pero, por desgracia, sobre estas nuevas condiciones de la sociedad ha sido construido un sistema que considera el lucro como motor esencial del progreso económico; la concurrencia, como ley suprema de la economía; la prosperidad privada de los medios de producción, como un derecho absoluto, sin límites ni obligaciones sociales correspondientes. Este liberalismo sin freno, que conduce a la dictadura, justamente fue denunciado por Pío XI como generador del «imperialismo internacional del dinero». No hay mejor manera de reprobar tal abuso que recordando solemnemente una vez más que la economía está al servicio del hombre".

4) Encíclica Sollicitudo Rei Socialis de San Juan Pablo II (1920-2005) "(...) A este respecto, deseo recordar particularmente: la reforma del sistema internacional de comercio, hipotecado por el proteccionismo y el creciente bilateralismo; la reforma del sistema monetario y financiero mundial, reconocido hoy como insuficiente; la cuestión de los intercambios de tecnologías y de su uso adecuado; la necesidad de una revisión de la estructura de las Organizaciones internacionales existentes, en el marco de un orden jurídico internacional". "(...) El sistema monetario y financiero mundial se caracteriza por la excesiva fluctuación de los métodos de intercambio y de interés, en detrimento de la balanza de pagos y de la situación de endeudamiento de los Países pobres". "(...) Es de desear, por ejemplo, que Naciones de una misma área geográfica establezcan formas de cooperación que las hagan menos dependientes de productores más poderosos; que abran sus fronteras a los productos de esa zona; que examinen la eventual complementariedad de sus productos; que se asocien para la dotación de servicios, que cada una por separado no sería capaz de proveer; que extiendan esa cooperación al sector monetario y financiero".

II-LA MONEDA, SU ASPECTO HISTÓRICO GLOBAL

En relación a la cuestión histórica global podemos repasar que previo a la existencia de la moneda existía lo que se denomina "trueque", que es el intercambio directo de bienes de similar valor.

Con el pasar del tiempo algunos pueblos comenzaron a "acuñar moneda" siendo inicialmente éstas de oro y plata. Luego con la creación de los Bancos se introdujo la "confección de títulos de valores", es decir un documento en papel rubricado que permitía presentarse en la entidad bancaria a cobrar las monedas de oro, en general. Es a esta mecánica a la que se denominó "patrón oro", ya que el documento (dinero) estaba respaldado con la existencia de oro real en el Banco. Sobre mediados del siglo pasado era también usual el término "patrón oro negro", que hacía referencia al respaldo en petróleo.

Fue mucho más adelante en el tiempo que surgió el dinero tal cual lo conocemos en nuestros días, pero se podría decir que el gran salto de dio en el último siglo, luego de la Segunda Guerra Mundial con los Tratados de Breton Woods (1950) donde se estableció entre otras disposiciones que la moneda de curso global para la mayoría de los países sería el denominado "dólar", el cual si bien en sus comienzos en principio también estaba respaldado en oro, fue dos décadas después, en el año 1971 con el Presidente Nixon de los EEUU que se estableció que el dólar por sí solo tenía valor, es decir, se constituyó una especie de "patrón dólar". Merece un análisis a parte la creación y existencia de la Reserva Federal de los EEUU que es quien se encarga de la emisión de dólares.

Con posterioridad a ello han surgido otras monedas de protagonismo internacional de fuerte presencia como el EURO (Moneda Oficial de la Unión Europea), el Yuan (Chino), y los denominados BRICS, que si bien no son una moneda, han contribuido a restar fuerza y protagonismo económico a otras monedas de presencia internacional.

III-LA MONEDA, SU ASPECTO HISTÓRICO LOCAL

En nuestro País el Peso Moneda Nacional surge en el año 1881 con la Ley N° 1.130 durante el gobierno de Julio Roca, con la cual se unificó la Moneda Nacional, ya que hasta ese entonces circulaban diversas monedas a lo largo y ancho de nuestro País. Previamente tenía existencia "La Casa de laMoneda" que es quien se encarga de la Emisión de Moneda, la cual fue creada en 1.875 mediante Ley N° 733.

Es importante mencionar a Entidades como el Banco de la Nación Argentina fundado en el año 1.891 y la Caja de Conversión creada en el año 1.890 ya que éstas don entidades en aquellos años cumplían un rol fundamental en la política monetaria y financiera.

El Banco Central que es quien se encarga de reglamentar la Política Monetaria fue creado recién en el año 1.935 durante el gobierno de Agustín Justo, funcionando en ese entonces con capitales mixtos, compuestos por fondos estatales, privados, nacionales y extranjeros. En el año 1.946 durante el gobierno de Juan Domingo Perón el Banco Central fue nacionalizado y se estableció un régimen de entidad autárquica mediante el Decreto N° 8.503. Nuestra Constitución Nacional Argentina sancionada en el año 1.853 hace referencia expresa en los siguientes artículos, con las reformas constitucionales que se introdujeron en el año 1.994:

1) Art. 75, inc. 6: Establecer y reglamentar un Banco Federal con facultad de emitir moneda, así como otros Bancos Nacionales; 2)Art. 75, inc. 11: Hacer sellar moneda, fijar su valor y el de las extranjeras, y adoptar un sistema uniforme de pesos y medidas para toda la Nación; 3)Art. 75, inc. 19: "..a la defensa del valor de la moneda".

Nuestro País ha tenido a lo largo de las décadas numerosas fluctuaciones en relación a la estabilidad monetaria, situación que le suele ocurrir a las diversas economías según las circunstancias que atraviesa cada País, y que en general están condicionadas por la economía global, los sistemas de intercambio de divisas en el mercado internacional, y fundamentalmente por los altos niveles de endeudamiento internacional en moneda extranjera, aunque también puede estar afectada por cuestiones meramente internas como por ejemplo la sobre emisión monetaria, la cual se dio de manera abrupta en nuestro País en los últimos veinte años, generando altos niveles inflacionarios.

IV-LA MONEDA, EL DESAFÍO EN NUESTROS DÍAS

Actualmente con la política de disminuir significativamente la emisión de billetes, el asunto de la inflación tiende a disminuir, aunque el mismo también se encuentra condicionado a otros asuntos, particularmente al tipo de cambio con la moneda dólar, que es la moneda a la cual Argentina se encuentra estrechamente ligada, tanto en su aspecto cuantitativo como cualitativo, política que se podría modificar con un sólido Plan Integral, consensuado entre los diversos agentes de la Sociedad Argentina, en favor del PESO NACIONAL, para no tener alta dependencia a monedas ni a economías foráneas.

 Algunas de las acciones en favor del PESO NACIONAL deben ser:

1) Dotar al BANCO CENTRAL y a la CASA DE LA MONEDA de verdadera autonomía, para que no incurra en los errores de sobre emisión y que mantenga un criterio técnico acorde a la evolución de la economía nacional;

2) Introducir Regulaciones Eficientes para las Monedas de Origen Extranjero, cosa que hoy con la bancarización y la digitalización progresiva es factible, sin defectos y sin excesos;

3) En todos los Procesos de Concesión de Explotaciones de Petróleo, Oro y algunos minerales de elevado valor, introducir una Cláusula de que dichos bienes son parte íntegra del respaldo de nuestro PESO NACIONAL, ello convertiría a nuestra moneda en una divisa muy cotizada en el mercado internacional;

4) Implementar un sistema similar al denominado "Swap de Monedas", para las operaciones bilaterales con aquellas Naciones con quienes tengamos mayor volumen de operaciones comerciales y financieras, con protagonismo exclusivo, o en su defecto mayoritario, de las dos monedas oficiales de las Naciones en cuestión.

Debemos darnos un serio debate sobre este asunto, de manera académica, científica, técnica, interdisciplinaria, estratégica, y racional, lejos de cualquier ideología y criterio dialéctico. Es importante que los Dirigentes estén formados en estos asuntos vitales para la economía, la libertad y el progreso de todos los argentinos.

Al igual que en otras causas justas, todos los Dirigentes de bien y de sentido amor por nuestra Patria, deben custodiar activamente los intereses nacionales, particularmente los Funcionarios de alto rango, sean miembros del Poder Ejecutivo, Legislativo o Judicial, en su diferentes niveles, trabajando con valor y pasión por el bien de nuestro País.

Marcos Russo

Lic. en Administración de Empresas - MP 450 - CLAM

Diplomado en Doctrina Social de la Iglesia - UCSF