"Un espectáculo colorido y atractivo": la esencia del turf a través del relato de Fernando Gabrielli
Fernando Gabrielli, el experimentado relator de turf, compartió en entrevista en el programa "Matinal" con Luis Martínez y Paula Delgado por Radio Jornada, los secretos y desafíos de su oficio, la importancia cultural y económica del hipódromo, y cómo se prepara para narrar la velocidad de los caballos
En una jornada de alta expectativa para el hipódromo y en el día del Snto patrono Santiago, Fernando Gabrielli, el experimentado relator, se prepara para lo que será una jornada cargada de emoción y turf en el Hipodromo de Mendoza.
Gabrielli proyecta una jornada masiva en el Hipódromo de Mendoza, estimando la presencia de entre 30.000 y 40.000 personas. En sus palabras, el evento es "uno de los eventos deportivos más convocantes del año".
Así mismo, destacó la particularidad de fechas como el 25 de mayo, donde el hipódromo se convierte en un punto de encuentro para un público que no asiste regularmente a las carreras, pero que busca una alternativa de esparcimiento.
"Nosotros tenemos que aprovechar hoy para que todo salga lindo y la gente pueda disfrutar de este espectáculo tan colorido y tan atractivo".
Gabrielli, evoca jornadas anteriores con casi 50.000 asistentes, y la gran afluencia matutina sugiere que este día podría igualar esos récords. Para él, el hipódromo ofrece una experiencia enriquecedora más allá de las apuestas:
"no hace falta ni jugar a las carreras, digo, si te venís a la tarde a hacer un ping-pong acá, a ver un par de carreras, a que tus hijos disfruten de los caballos, me parece con eso da, el día está hecho".
El camino de Gabrielli hacia la narración hípica se gestó en un entorno familiar, con su abuelo y su padre, ambos "muy burreros". Su incursión en el relato comenzó a los 17 años, en 1994, cuando fue convocado para ser la voz oficial del Hipódromo de Mendoza.
Previamente, perfeccionó su habilidad imitando a Pipi Martínez, a quien considera "el mejor relator que hubo en Argentina". Tras un año de aprendizaje con el relator oficial anterior, Luis Dami, un uruguayo, Gabrielli asumió el puesto.
Reflexionando sobre sus inicios, admite que el oficio "no era fácil, que era muy difícil, pero en el camino se fue acomodando todo". Hoy celebra su trigésimo segundo año como relator.
En ralación a las dificultades, explico, que la dificultad principal en el relato de turf reside en la identificación de los caballos, ya que "las jaquetillas de los jockey", es decir, los colores de sus atuendos, "cambian todas las carreras".
El relator, tambien enfatizó que a diferencia de otros deportes donde los atletas mantienen una identificación constante, en el turf, los colores varían con cada propietario. Para superar este desafío, su proceso previo a la carrera es meticuloso:
"Estoy ahora en el lugar donde yo estoy antes de las carreras esperando que salgan los jockey con un papel y una lapicera en la mano, anotando: el uno es tal con tal color, el dos es tal color, el tres".
Posteriormente, observa el paseo preliminar de los caballos para fijar todo lo ue vió primero y relacionarlo, ya que es la última oportunidad de visualizarlos antes de la largada. La narración debe ser instantánea y precisa, cubriendo carreras que van desde los 18 segundos (300 metros) hasta aproximadamente 2 minutos y 20 segundos (clásico de 2200 metros).
Las condiciones externas también suman complejidad a su labor. Gabrielli menciona que un sol que hace un reflejo en la pista en presencia de una especie de niebla muy bajita" puede afectar la visibilidad en las primeras carreras.
Confiesa que prefiere los días nublados para evitar los reflejos que dificultan la distinción de los colores, especialmente cuando hay varias chaquetillas similares. La parte más distante de la pista, la recta de enfrente y el codo entre los 900 y los 700 metros, representa un desafío adicional debido a la lejanía en un predio de 50 hectáreas.
Para Gabrielli, el éxito radica en una "gimnasia" constante:
Es acostarse temprano, es descansar bien, porque es un día de mucha precisión y hay que estar muy rápido". La imprevisibilidad es una constante; no puede anticipar qué caballo irá en punta o cómo se desarrollará la carrera. Tengo que resetear y quedar en cero y entender que tengo que remitirme a relatar lo que sucede en ese momento. .
A diferencia de muchos relatores que recurren a monitores, Fernando Gabrielli prefiere utilizar prismáticos (binoculares). Si bien reconoce que en Buenos Aires "relatan todos con monitores y viendo las carreras en los teles", él considera que su método es "la mejor manera" de mantener el control de la acción.
Explica que la dependencia de un camarógrafo puede ser problemática si este no sigue la carrera con precisión, resultando en una pérdida de visibilidad para el relator.
La frecuente rotación de camarógrafos, muchos sin experiencia en turf, lo llevó a la convicción de que él mismo debía ser quien determinara el foco del relato. Con los prismáticos, puede "ir para delante y para atrás", asegurándose de que su narración sea siempre exacta.
Más allá del espectáculo y las apuestas, Gabrielli resalta el impacto laboral del turf, describiéndolo como una "industria que es de laburo" y una fuente de "mano de obra genuina". Estima que "de cada caballo que se pone en la pista hoy, cada caballo le ha trabajado a siete personas", incluyendo el herrero, el forrajero, el veterinario, el variador, el jockey y el cuidador.
Orgullosamente, afirma que "Argentina es uno de los principales países productores de caballos de carrera en el mundo", posicionándose como el cuarto a nivel global.
Si bien, tambien reconoce el aspecto delicado de las apuestas, particularmente en épocas de crisis, donde la gente a veces va a las carreras o al casino o donde sea a buscar plata para pagar el alquiler, insiste en que el turf tiene "otro costado que es el del trabajo".
Ademas, destacó la dedicación de los trabajadores, quienes "se levantan todos los días a las 5 de la mañana" para sus labores, una actividad con un fuerte arraigo familiar que "genera muchísimo trabajo en la Argentina".
Gabrielli ha llevado su talento narrativo a otros hipódromos, como el de La Punta en San Luis y el Domingo Faustino Sarmiento en San Juan, aunque prefiere trabajar en Mendoza, donde su actividad se ha vuelto más un "hobby". La jornada, espera, será un éxito.