A pesar de la desaceleración de la inflación, el consumo sigue en caída y es un indicador que se viene profundizando en el último tiempo, según indicaron desde la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME). "Nosotros venimos verificando un freno a partir del mes de abril, más pronunciado en mayo", expresó Salvador Femenía, vocero de la entidad gremial empresarial en el programa de "Lado A", por Radio Jornada. 

"Tuvimos una baja interanual en nuestra medición de ventas minoristas, 2,9% respecto de mayo del año 2024, que había caído en aquel momento 7,5% respecto del 2023. Hoy algunos rubros cayendo notablemente, como es el tema de textil indumentaria, y cayó también alimentos y bebidas", expresó Femenía. 

"Y comparado con lo que teníamos, con el rebrote de fin del 2024, y el primer trimestre positivo de este año, a partir de ahí no se mantuvo y empezó a mesetarse y realmente en mayo verificamos una caída".

En este sentido, desde la CAME consideran que "el límite es el poder adquisitivo. La demanda no tiene mucho resto para sostener el consumo. El comerciante está con márgenes más reducidos, porque no puede trasladar los mayores costos fijos a los precios, porque si no la gente no compra". 

A su vez, reconocieron que la baja de la inflación "es realmente apreciada por todos los sectores, tanto la población que es consumidora como todos los comerciantes y la industria, porque genera más previsibilidad para el negocio. Eso automáticamente, estando en un periodo de ajuste, es muy difícil ajustar todos los valores de economía y los gastos del Estado sin provocar una baja del consumo". 

Sin embargo, indicaron que la baja de la inflación no automáticamente mejora el poder adquisitivo. "Seguramente hubo un pico por mayor confianza, por consumos reprimidos, y seguramente la gente por estabilidad se endeude un poco por la tarjeta de crédito, pero tiene un límite, después hay que pagar. Yo creo que estamos en una situación de esa y no tenemos una mayor paritaria que supere la inflación", analizó.