Mendoza supera la media nacional en vacunación infantil, pero caen las dosis a los 5 y 11 años
La médica infectóloga Virginia Verdaguer advirtió sobre la baja cobertura en edades clave y el riesgo de reaparición de enfermedades como el sarampión
Aunque Mendoza presenta coberturas de vacunación superiores al promedio nacional en recién nacidos y lactantes, preocupa la marcada caída en la aplicación de dosis en niños de entre 5 y 11 años. Según especialistas, estas etapas son cruciales para reforzar la protección contra enfermedades graves y evitar la reaparición de patologías controladas o eliminadas.
En diálogo con Radio Jornada 91.9, la médica infectóloga de MSD Argentina, Virginia Verdaguer, explicó que la pandemia generó un quiebre en las coberturas y que, a pesar de la recuperación parcial, todavía no se alcanzan los niveles previos a 2020. La especialista instó a familias y autoridades a intensificar estrategias para garantizar que niñas, niños y adolescentes completen el calendario de vacunación.
Vacunas a los 5 y 11 años: por qué son determinantes
Verdaguer remarcó que a medida que los niños crecen, disminuye el contacto con el sistema de salud, lo que impacta en la recomendación médica y en el seguimiento de las dosis.
Las vacunas que se aplican a los 5 y 11 años funcionan como refuerzos de las recibidas en la primera infancia y son esenciales para mantener la protección a largo plazo. "Estamos viendo un brote de sarampión en el área metropolitana de Buenos Aires, claramente relacionado con la baja cobertura en los 5 años", alertó.
El umbral óptimo de inmunización debe superar el 90% -idealmente 95%-, pero en el caso del VPH en adolescentes las cifras rondan apenas el 60%. Esto deja a miles de personas susceptibles al contagio y favorece la circulación de virus y bacterias.
Virus del papiloma humano: más allá de los mitos
La vacuna contra el VPH está en el calendario nacional desde los 11 años para niñas y niños, con posibilidad de recupero gratuito para quienes no la recibieron a tiempo (mujeres nacidas desde 2000 y varones desde 2006). "Cuando hablamos de VPH, hablamos de cáncer. Es un virus capaz de producir una infección persistente que puede derivar en tumores con el paso de los años", subrayó Verdaguer.
La especialista pidió derribar prejuicios que asocian la vacuna con el inicio de la vida sexual y destacó su seguridad: "Hay millones de dosis aplicadas en el mundo y no existe relación con efectos adversos graves". También recordó que la aplicación es efectiva en cualquier etapa de la vida, aunque el momento ideal es antes del inicio de las relaciones sexuales.
Estrategias y responsabilidad compartida
Para la infectóloga, la vacunación en escuelas es una de las medidas más efectivas para llegar a más niños y niñas, especialmente en zonas vulnerables.
Sobre la decisión del gobierno mendocino de sancionar a padres que no vacunen a sus hijos, opinó que es válido probar estrategias punitivas y evaluar sus resultados.
Finalmente, destacó que la responsabilidad de mantener altas coberturas no es solo del sistema de salud: involucra a médicos, comunicadores, autoridades, familias y la propia comunidad. "En cada consulta médica, sea con un especialista o no, hay que preguntar por las vacunas pendientes. No esperemos que el médico lo mencione: la iniciativa también debe salir de las personas", concluyó.