El museo que guarda la Mendoza colonial suma tecnología y una sala para infancias
El Museo del Área Fundacional incorpora tecnología, amplía excavaciones y renueva su guion para mostrar el desarrollo urbano local
El Museo del Área Fundacional de Mendoza suma mejoras estructurales y tecnológicas para garantizar la conservación de sus piezas y excavaciones arqueológicas, además de ampliar su propuesta cultural para distintos públicos.
En diálogo con Radio Jornada 91.9, su directora, Betina Tamiozzo, destacó la incorporación de paneles solares, un sistema de climatización estable, nuevo tendido eléctrico y un rediseño museográfico que profundiza el relato histórico de la ciudad desde la época prehispánica hasta la actualidad.
Obras para cuidar la historia
El cierre del MAF en el 2024 permitió encarar una modernización integral. "Se incorporaron y recambiaron equipos de climatización, fundamentales no solo para nuestro bienestar sino para mantener estable el ambiente del museo, que es un museo de sitio", explicó Tamiozzo.
También se instalaron paneles solares, se reforzaron columnas y bases, se renovaron instalaciones sanitarias y se reemplazó por completo el sistema eléctrico, sumando iluminación LED. "Hicimos recambios de pisos, pinturas y un rediseño museográfico con ampliación de excavaciones", agregó.
Un museo en el corazón histórico
El MAF se ubica en la actual plaza Pedro del Castillo, lugar donde en 1561 se fundó la ciudad de Mendoza, sobre el antiguo valle de Huentota. Durante tres siglos fue el centro neurálgico de la ciudad española, hasta el terremoto de 1861 que motivó el traslado a la actual plaza Independencia.
Las excavaciones arqueológicas de fines de los años 80 revelaron restos del cabildo colonial y motivaron la construcción del museo. "Nuestro pasado colonial y prehispánico está en este lugar, y la herramienta para sacarlo a la luz es la arqueología", afirmó su directora.
Nuevas salas y experiencias
El renovado guion museográfico incluye la "sala del agua", dedicada a su uso desde épocas prehispánicas, y "paisajes en tensión", que muestra las dos caras de Mendoza que coexistieron tras el terremoto: la marginal y la nueva, con su arquitectura emblemática. Además, se creó una sala didáctica para trabajar con infancias.
"La idea es que en el museo convivan pasado, presente y futuro, y que la ciudad sea entendida como un paisaje cultural", señaló Tamiozzo.