El empate con Chacarita dejó sensaciones mixtas. Gimnasia no jugó su mejor partido, pero rescató un punto que lo mantiene como único líder de su zona. Para Mondino, el resultado fue positivo dentro del contexto: "Fue un partido parejo. Por momentos la pasamos mal, pero también pudimos haber ampliado la ventaja. El empate nos deja bien parados".

Durante la charla con Barbieri y Abraham, el capitán reconoció que el equipo tuvo un primer tiempo flojo, aunque mejoró en el segundo con un cambio táctico. Sobre el cierre del encuentro, lamentó no haber concretado las claras chances que tuvieron para ganarlo, especialmente la de Recalde y el tiro libre de Lencioni.

Pero más allá del análisis futbolístico, Mondino enfocó su discurso en lo que viene: "Depende de nosotros. Hay que hacer lo que venimos haciendo en casa: salir a proponer desde el minuto cero. Es un gol lo que necesitamos, no hay que desesperarse".

Consciente del rol que le toca cumplir dentro del vestuario, el defensor explicó que prefiere el trato individual con sus compañeros, y remarcó que no es el único líder del grupo. "Somos varios los que venimos del proceso anterior. Entre todos intentamos transmitir tranquilidad y foco en el objetivo", señaló.

En un tono más distendido, también habló de su vida personal y de su hijo Benicio, de apenas dos años. "Que te diga ‘papá' ya es ganar. Pero que te diga ‘papá, ascendiste'... te morís", dijo, emocionado.

Sobre el final, los conductores le mencionaron un supuesto incentivo que estaría preparando el presidente Fernando Porretta para el plantel en caso de clasificar a la final. Con una sonrisa, Mondino respondió: "No sabemos nada... pero si está, será bienvenido".

Con los pies en la tierra, el liderazgo intacto y el apoyo del hincha, Mondino se prepara para comandar a Gimnasia en el último gran paso. El domingo, el Lobo tiene la oportunidad de escribir un nuevo capítulo en su historia, y su capitán está listo para llevar la bandera al frente.