Desde la burla hasta la extorsión: las formas de violencia digital que afectan principalmente a mujeres
La a comunicadora Romina Zapata analizó en Radio Jornada cómo las tecnologías reproducen y amplifican desigualdades de género históricas
La violencia digital son cada vez más frecuentes y complejas: desde la difusión no consentida de imágenes íntimas hasta la alteración de fotos con inteligencia artificial o el hostigamiento sistemático en redes sociales. Aunque muchas veces naturalizadas o desestimadas por no implicar contacto físico, estas violencias pueden tener consecuencias gravísimas para quienes las sufren.
En diálogo con "Matinal" en Radio Jornada 91.9, Romina Zapata -comunicadora e integrante de la organización GENTIC (Género y TIC)- analizó las distintas formas que adopta la violencia digital, sus vínculos con la desigualdad de género y las estrategias legales, educativas y colectivas para prevenirla y denunciarla.
Romina Zapata, especialista en violencia digital hacia las mujeres y miembro del GENTIC
La violencia digital: una forma extendida y poco visibilizada
Zapata explicó que la violencia digital no es un fenómeno aislado, sino una manifestación más de las violencias estructurales que sufren las mujeres y diversidades. "Se trasladan al ámbito digital y adquieren nuevas formas de controlar, hostigar o perseguir", señaló.
En este contexto, GENTIC trabaja desde 2021 brindando capacitaciones gratuitas, acompañamiento psicojurídico y herramientas de análisis sobre esta problemática.
Algunas de las modalidades más frecuentes son la alteración de imágenes mediante inteligencia artificial -como los montajes pornográficos-, la difusión no consentida de fotos íntimas, la extorsión para mantener vínculos o relaciones, y el cibercontrol dentro de relaciones de pareja. "La tecnología se convierte en una herramienta más para ejercer control", indicó.
De qué manera se denuncia y qué leyes protegen a las víctimas
Romina Zapata destacó que en Argentina existe la Ley Olimpia, que incorpora al entorno digital como uno de los ámbitos donde puede ejercerse violencia de género. Aunque no crea nuevos delitos, permite interpretar los ya existentes bajo esa perspectiva, facilitando la adopción de medidas cautelares como la prohibición de contacto digital o la solicitud de medidas de protección.
El ciberacoso, una de las formas de violencia digital contra las mujeres
Además, desde GENTIC impulsan el proyecto de Ley Belén, que propone tipificar penalmente delitos como la difusión no consentida de imágenes íntimas, la extorsión sexual y el uso de IA para alterar imágenes. El proyecto lleva el nombre de Belén San Román, una joven que se suicidó luego de que se viralizara un video íntimo suyo, al igual que Emma Bondaruk, otra víctima fatal de violencia digital.
Educación, empatía y redes seguras: claves para la prevención
Más allá del plano legal, Zapata subrayó la importancia de la alfabetización digital y la educación emocional. La Ley Olimpia también contempla contenidos educativos en este sentido, y se trabaja en herramientas como el Protocolo Ema, dirigido a escuelas, para actuar ante casos de violencia digital entre estudiantes.
Romina alertó sobre los efectos deshumanizantes de las redes: "Las plataformas digitales bajan los niveles de empatía. Decimos cosas que jamás diríamos cara a cara", sostuvo. También mencionó que las redes sociales más agresivas, como X (ex Twitter), facilitan el anonimato y los discursos de odio, especialmente contra activistas feministas. "Hay que dejar de pensar que en lo digital todo vale. Es tan real como el mundo físico", remarcó.