Cierre masivo de panaderías: los costos subieron 2000% y el consumo cayó a la mitad
Martín Pinto, representante de panaderos de Buenos Aires, confirmó en Radio Jornada el cierre de 14.000 panaderías en esta provincia y 1700 más en todo el país
El sector panadero atraviesa una crisis sin precedentes en la Argentina. En los últimos meses cerraron 1.700 panaderías en todo el país, y 14.000 en Buenos Aires, según advirtió el Centro de Panaderos bonaerense.
En diálogo con "Matinal" en Radio Jornada 91.9, Martín Pinto, presidente de la entidad, describió un escenario alarmante marcado por la caída del consumo, los aumentos descontrolados en insumos y otros costos y una presión impositiva que hace inviable sostener las persianas abiertas.
Costos desbordados y precios imposibles
Según Pinto, los costos de producción en las panaderías se incrementaron entre 1.500% y 2.000% en los últimos 18 meses, mientras que los precios de los productos solo subieron un 120%. "Podemos poner el kilo de pan a $10.000, pero si la gente no tiene un peso en el bolsillo, no lo compra", graficó.
Hoy el kilo de pan cuesta entre $2.500 y $3.000 en barrios del conurbano, y supera los $4.000 en Capital Federal. El dato se contrasta con el precio de la bolsa de harina, que pasó de $2.300 en octubre de 2023 a entre $15.000 y $20.000 en la actualidad.
Consumo en picada y cierres masivos
El impacto directo se refleja en las ventas: el consumo de pan cayó un 50% y el de facturas y productos dulces entre un 75% y 80%. Esa retracción explica el cierre de 1.700 panaderías en el país, con miles de puestos de trabajo perdidos, tanto directos como indirectos.
"Ni en el 2001 ni en la pandemia vivimos algo así. Una panadería, por más chica que sea, necesita facturar 8 millones de pesos por mes para ser rentable. Hoy eso es imposible", sostuvo Pinto.
Competencia desigual y falta de respuesta oficial
El dirigente también señaló la competencia desleal de panaderías que, tras cerrar sus locales, producen en domicilios y venden pan a menos de la mitad de precio, sin impuestos ni empleados registrados. "Nos terminan arrastrando a todos a la quiebra", advirtió.
Sobre la relación con los gobiernos, explicó que solo el Ejecutivo nacional tiene herramientas para frenar la escalada de costos. "Las provincias pueden aliviar con ingresos brutos o impuestos municipales, pero la decisión de fondo depende de Nación", reclamó.