Entrevista en Radio Jornada

"Cada vez que levanté la cámara y la usé, fue para que la sociedad esté informada"

Victor Bugge, el fotógrafo de Casa Rosada que fue testigo de 47 años de la historia argentina y retrató los hechos más importantes de la democracia, en diálogo exclusivo con Radio Jornada

Redacción

Si el periodismo es "la primera versión de la historia", el fotoperiodismo  sería su primera imagen y el fotógrafo, el dueño de esa mirada única, que narra. Esta es una buena definición para describir a Víctor Bugge, un narrador de la historia a través de su cámara. 

El fotógrafo que trabajó en Casa Rosada durante 47 años, desde la dictadura militar hasta el comienzo del gobierno de Javier Milei, fue entrevistado en el programa "Matinal" de Radio Jornada (91.9) y contó cómo fue alternar con los presidentes y grandes personalidades mundiales. Entre las que distinguió a los papas Juan Pablo II y nuestro papa Francisco.

Víctor Bugge realizando fotos en el techo de Casa Rosada

Víctor Bugge realizando fotos en el techo de Casa Rosada


El ojo que documentó la democracia

Víctor Bugge no solo fue testigo, sino parte activa del registro visual del poder en la Argentina. Comenzó como fotógrafo oficial durante la dictadura militar y decidió quedarse en Casa Rosada cuando volvió la democracia. A cada uno de los presidentes argentinos lo retrató desde adentro, con la distancia justa para no invadir pero sí interpretar: "Si te haces amigo del presidente, dejás de hacer fotos", explicó.

Entendió como nadie que su tarea era "desaparecer" detrás de los hechos históricos más importantes del país, para que la sociedad pudiese ver a través de su cámara. Tal es así, que dejó en claro que nunca nadie le dijo cómo tenía que hacer su trabajo. 

El traspaso del poder de Alfonsín a Carlos Menem, retratado por Bugge en el Pacto de Olivos

El traspaso del poder de Alfonsín a Carlos Menem, retratado por Bugge en el Pacto de Olivos


"Yo cuando levanté la cámara y la usé, fue para que la sociedad esté informada, nunca le contesté a nadie que me preguntara por qué hice tal o cual foto. Para hablar de fotografía conmigo, tenés que tener un largo camino recorrido", aseguró. 

Una de sus imágenes más emblemáticas -Alfonsín y Menem de espaldas, caminando en los jardines durante el Pacto de Olivos- refleja esa sensibilidad. "La armonía de esa escena contrastaba con el país incendiado afuera. Era la imagen del traspaso democrático en medio de la hiperinflación", contó. Bugge se subió a un balcón para capturar el momento cenital del pase de atributos. No era solo un acto protocolar: era el símbolo de una democracia que resistía.

Ni oficial ni oficialista

Una foto de la que habló el mundo: De la Rúa retirándose de Casa Rosada en helicóptero. Diciembre del 2001

Una foto de la que habló el mundo: De la Rúa retirándose de Casa Rosada en helicóptero. Diciembre del 2001

Bugge distingue con claridad entre foto "oficial" y foto "oficialista". Él buscó siempre la primera, aun desde adentro del sistema. Su mirada estética y periodística apuntaba a desestructurar la figura presidencial, a mostrar al ser humano detrás del cargo. "No era fácil. Había mucha presión, pero no servía hacer la foto que el poder quería. Había que hacer la que reflejara lo que realmente estaba pasando".

Los primeros minutos de Néstor Kirchner presidente, otra emblemática imagen de Bugge

Los primeros minutos de Néstor Kirchner presidente, otra emblemática imagen de Bugge


Durante la entrevista, también evocó a referentes del fotoperiodismo argentino como Juan Di Sandro y Ricardo Alfieri. "Crecí entre gigantes", dijo, y recordó que su propio padre fue uno de los fundadores de la Asociación de Reporteros Gráficos. Esa herencia lo marcó: desde joven supo que no se dedicaría a la moda ni al paisaje, sino al vértigo y las tensiones de la fotografía política.

El paso del tiempo, el cambio de formatos y el retiro

El dolor del poder. Cristina Fernández frente al cajón de Néstor Kirchner. Otra impactante imagen de Bugge

El dolor del poder. Cristina Fernández frente al cajón de Néstor Kirchner. Otra impactante imagen de Bugge

Víctor Bugge vivió la transición de la fotografía analógica a la digital, y protagonizó un hito: tomó la primera foto digital periodística en Argentina, cuando Bill Clinton saludó a Carlos Menem en Ezeiza. "Me llamaron de Clarín para preguntarme qué era eso que había mandado", recuerda entre risas. Aun así, no olvida el encanto del revelado manual y el vértigo de no saber si la foto había salido bien hasta que aparecía en el papel.

Se retiró durante el gobierno de Javier Milei, tras una breve y tensa etapa final con Alberto Fernández. Hoy, reflexiona sobre su legado, piensa en cómo preservarlo y se muestra escéptico respecto al formato tradicional de las muestras: "Subís una foto a redes y la ven 10 mil personas en un minuto. Ningún museo logra eso". Sin embargo, sabe que debe dejar huella: "Estoy reencontrándome, pero algo voy a dejar"

El impacto de retratar a los Papas

Según el fotógrafo, el "techo de su profesión" fue retratar a los Papas

Según el fotógrafo, el "techo de su profesión" fue retratar a los Papas

En cuanto a los momentos más impactantes de su carrera, Bugge los relacionó con la posibilidad de haber retratado a los Papas, tanto a Juan Pablo II como a Francisco. 

En cuanto al primero, contó un momento muy particular, que fue cuando Juan Pablo II vino a la Argentina, por la Guerra de Malvinas. 

"Ya sabíamos que nos estaba yendo mal y justamente ahí vino Juan Pablo II", recordó Bugge y agregó "cuando llegó al Salón Blanco de Casa de Gobierno, todo el salón estaba iluminado y los tres miembros de la junta estaban esperando la entrada del Papa. De repente se abrió la puerta y se vio esa figura blanca, luminosa. Yo me puse detrás de la espalda de los comandantes, y una persona intentó sacarme diciéndome qué estaba haciendo yo ahí. Y qué voy a estar haciendo, hermano, estaba haciendo fotos, qué les iba a hacer yo con la cámara", detalló con gracia Víctor Bugge. 

Otro momento inolvidable de su carrera es haber subido al balcón del Vaticano a retratar a Francisco, durante la canonización de los papas Juan Pablo II y Juan XXIII. 

"Para mi fue el techo de mi carrera. Me costó subir todas esas escalinatas, llegué sin aire. Pero fui el único fotógrafo extramuros que logró subir y retratar al papa Francisco en el balcón". 

Al respecto, dijo que la sociedad argentina tendrá siempre una "mochila nefasta" por no haber podido recibir al papa Francisco durante los años de su papado, por mezquindades políticas. 

"Creo que nunca tomamos conciencia de que teníamos un papa argentino", sostuvo el histórico fotógrafo. 

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