Alfajor con ketchup: la osadía que nació en Rosario y ya viaja a competir a Córdoba
Carolina Almaraz convirtió al ketchup en relleno de alfajor y logró un sabor polémico que participará en la Fiesta Nacional del Alfajor en La Falda
En Rosario, donde el clásico "Carlito" con ketchup es una marca registrada, una emprendedora decidió llevar la tradición un paso más allá y transformar esa combinación en un postre. El resultado fue un alfajor artesanal relleno de ketchup con chocolate, que provocó sorpresa, curiosidad y hasta polémica en redes sociales, pero que ya encontró un público fiel.
En diálogo con "Agenda Abierta" en Radio Jornada 91.9, Carolina Almaraz contó cómo nació la idea, el camino de prueba y error hasta dar con la receta definitiva y las repercusiones que le cambiaron la rutina en su emprendimiento de alfajores. Ahora, con miles de unidades vendidas, prepara las valijas para participar de la Fiesta Nacional del Alfajor en La Falda, Córdoba.
Del "Carlito" al alfajor con ketchup
La chispa creativa nació cuando Rosario se preparaba para celebrar sus 300 años. Almaraz quiso aportar un sabor distintivo, propio de la ciudad. "En una encuesta en redes, lo que más se repetía era el Carlito, ese tostado con jamón, queso y ketchup que es tan rosarino. De ahí surgió la idea de probar qué pasaba con un alfajor de ketchup", recordó.
El primer intento le dejó buenas sensaciones y se animó a compartirlo con influencers especializados en alfajores, que validaron el experimento. Desde entonces, la curiosidad del público hizo el resto: entre los que se animan a probarlo y los que lo rechazan de entrada, la polémica se convirtió en la mejor publicidad.
Una receta que divide opiniones
El alfajor se elabora con tapas de chocolate artesanal y un relleno de ketchup mezclado con chocolate blanco, que suaviza el sabor y le da un tono anaranjado característico. También existe la versión bañada en chocolate negro, que terminó siendo la más aceptada entre los consumidores.
"Hay gente que me dice en la cara que no le gusta, y está bien, no tiene por qué gustarle a todos. Pero lo sigo haciendo porque me lo siguen pidiendo", aseguró Carolina, quien reconoce que la invención fue "un autopremio" después de más de una década de trabajo en el mundo del alfajor artesanal.
Rumbo a competir en Córdoba
El alfajor con ketchup ya tiene su próxima prueba de fuego: la Fiesta Nacional del Alfajor, que se realiza en La Falda. Allí competirá en la categoría "Innovación", frente a propuestas de todo el país. "No sé qué sabores presentarán otros emprendedores, pero sé que esta fiesta es muy reconocida y me emociona poder estar", contó entusiasmada.
Mientras tanto, su emprendimiento "Saboreé Rosario" no para de crecer. Pasó de producir en la cocina de su casa a tener un espacio independiente donde ya elabora miles de alfajores al mes junto a dos colaboradores. "Siempre arranqué con lo que tenía y fui reinvirtiendo. El de ketchup fue un desafío que se volvió mucho más grande de lo que imaginaba", reflexionó.
Con humor y audacia, Carolina Almaraz logró lo que parecía imposible: que un condimento salado como el ketchup tenga lugar en el mundo del alfajor. Y aunque genera amores y rechazos por igual, nadie queda indiferente.