¿Quieres recibir notificaciones de noticias?

EE.UU. Envía bombas prohibidas contra Rusia

¿Quieres recibir notificaciones de noticias?

Publicidad

17° Mendoza

Domingo, abril 28, 2024

RADIO

ONLINE

17° Mendoza

Domingo, abril 28, 2024

RADIO

ONLINE

PUBLICIDAD

EE.UU. Envía bombas prohibidas contra Rusia

El Pentágono anunció que enviará bombas racimo para que Ucrania las use contra Rusia. Es curioso el argumento para usar estas bombas, prohibidas en más de 100 países por sus consecuencias (quedan detonantes esparcidos en territorio que luego provocan muertes).

Redacción
08/07/2023 19:55
PUBLICIDAD

Por Roberto Follari, Especial para Jornada

Dicen saber que es peligroso, pero que más peligroso es que Rusia pudiera ganar la guerra: con tan partidario fundamento, ponen armas prohibidas que serán incorporadas a los combates.

  Es que la desesperación occidental con la guerra se acelera. La paciencia hacia Zelenski se está acabando. Pide, pide, pide, y siempre va perdiendo. La contraofensiva es una sombra: no existe. Y Zelenski sigue con lo de siempre: pidió municiones y le dieron, pidió tanques y dijeron que no pero le dieron, pidió aviones, dijeron que no pero le dieron. Los países europeos siguen gastando presupuesto en una guerra perdidosa.  Ahora quiere entrenamiento para pilotos, y más armas: como siempre está en desventaja, cada vez su argumento es que le den más y más. Occidente empieza a perder la calma: el premier ucraniano dice que “sabe lo que cada país tiene”, acusando de que no le darían lo suficiente, de que sus proveedores serían reticentes. Zelenski no tiene límites: y no parece a la altura de las circunstancias. Las torpezas que declaró cuando el levantamiento del grupo Wagner, quedan para la fase cómica de esta saga trágica.

  Desde que comenzó la llamada contraofensiva, se dice que han muerto 25000 soldados ucranianos, y 200 tanques Leopard han sido inutilizados. Rusia premia con una fortuna a quien neutralice un Leopard: por ello, contra estos van todos los proyectiles. Ningún ucraniano quiere pilotear estos tanques, es un pasaporte a la muerte. Algunos soldados ucranianos los inutilizan a propósito.

  Ante la cada vez más evidente imposibilidad de avance de Ucrania en la guerra, en la reunión de la OTAN se insistirá con incluir a Suecia -por ahora lo impide el veto de Turquía- y se lanzará la provocación de proponer que, tras la guerra, Ucrania también sea socio de la alianza atlántica, en los límites mismos de la frontera con Rusia.

  También un Zelenski afiebrado, ha lanzado la idea de bombardear Zaporizhia (la central nuclear hoy custodiada por Rusia), para tener un pretexto con el cual meter directamente a tropas de la OTAN. Ya no puede descartarse que se use este recurso, pues el escalamiento occidental nunca para: ante cada fracaso, un nuevo intento. Vamos por el undécimo paquete de sanciones económicas, todas ellas burladas por los mismos que las han firmado, y sin ninguna consecuencia de importancia. El gas ruso se vende a la India, y esta lo vende a Occidente.

  Si las tropas de la OTAN se meten, estaremos ante una tercera guerra mundial, y en la posibilidad de un fatal enfrentamiento nuclear. Ojalá tamaña opción no sea tomada. Pero no resulta imposible, y por ello hay que mirar con cuidado qué sucede con el grupo Wagner tras la famosa “marcha sobre Moscú”, finalmente interrumpida.

  No es de escandalizarse porque Rusia use mercenarios privados: Estados Unidos lo ha hecho encubiertamente en diversas ocasiones, tal el caso del grupo Blackwater en Afganistán.  En esto, el cinismo occidental es enorme: tanto, que hubo miedo de que cayera Putin y entrara un ala más dura y belicosa al Kremlin. Y es conocida la propaganda de guerra: se disimula el nazismo explícito de un sector importante de la milicia ucraniana, así como la galopante corrupción en el alto mando de Ucrania, que ha desviado porciones importantes de la ayuda europea. Se presenta al país de Zelenski como ejemplo de democracia, cuando el poder político es allí fruto de un golpe de Estado. Putin es un alto ex dignatario de la KGB, con evidentes visos autoritarios: pero tampoco los ucranianos tienen de qué enorgullecerse en lo institucional.

  En todo caso, Africa y Latinoamérica han sido claras en mantenerse fuera del conflicto, y en decirle “no” a la pretensión de Ucrania y de Estados Unidos de que nos involucremos allí. Tuvimos el grotesco de que en fecha aniversario de la democracia argentina, la UBA  hizo un zoom para dialogar con el “democrático” líder ucraniano, quien descargó su monserga interminable de pedidos a los interlocutores. Al margen de lo que estos pensaran, ni el gobierno ni el stablishment nacional le han hecho algún caso.

  Los gobiernos europeos llamaron a Zelenski, exigiendo que no se meta con la central nuclear de Zaporithia: han alimentado a un personaje que puede llegar a cualquier parte. Pero el mandante mayor está en Washington y envía armas prohibidas, mientras deja notar que podrían meterse tropas en la zona de conflicto. Los movimientos del Wagner, el cual parece ahora no estar en Bielorrusia, podrían ir en dirección de sostener una tropa fiel a Rusia que parezca no serlo, y que tenga -entonces- carta blanca para acciones de violencia más extrema. Es una interpretación de lo que fue el extraño levantamiento del grupo contra Putin, que jamás se consumó. Ojalá no tenga que llegarse a esos límites, porque se está jugando en el borde más angosto y filoso de la seguridad planetaria.

__________________________________________________________________________________________________________________________________________
Las declaraciones y opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de su autor y no representan necesariamente el punto de vista Diario Jornada.

PUBLICIDAD
PUBLICIDAD
PUBLICIDAD