A pesar de los fuertes cuestionamientos que se oyeron en la reunión del CFI, donde casi todos los mandatarios provinciales manifestaron su malestar por la parálisis en la obra pública nacional, varios de ellos se trasladaron luego a la Casa Rosada para formalizar su adhesión al Régimen Simplificado de Ganancias. Esta herramienta, impulsada por Luis Caputo, tiene como objetivo motivar a quienes mantienen dinero sin declarar a reintroducirlo en la economía, con la promesa de que no serán perseguidos por el Estado.

En el interior del país insisten en que las demandas por el freno en infraestructura son independientes del acuerdo fiscal. No obstante, dentro del Ejecutivo nacional lo interpretan como una señal política favorable: "Es una medida que los beneficia directamente, no les implica costos y hasta les puede permitir aumentar la recaudación por ventas de autos o propiedades", afirmaron desde el entorno de Guillermo Francos, jefe de Gabinete y principal articulador de los acuerdos con los gobernadores.

Desde el oficialismo consideran que la iniciativa no solo es fiscalmente conveniente, sino que podría traducirse en respaldo electoral para los mandatarios que la suscriben. "La propuesta tiene buena recepción entre la gente y puede generar ingresos extras para las provincias", sostuvo un referente de La Libertad Avanza.

El objetivo del Gobierno es conseguir la adhesión total de las provincias, aunque reconocen que algunos casos son más difíciles. "Con Formosa y La Pampa el diálogo está trabado", admitieron en referencia a Gildo Insfrán y Sergio Ziliotto, dos gobernadores que se mantienen firmes en su oposición a las políticas libertarias.

Aunque el bonaerense Axel Kicillof criticó públicamente el régimen, su administración envió señales conciliadoras. El titular de ARBA, Cristian Girard, hizo declaraciones que fueron interpretadas como un guiño. Desde el Gobierno creen que la provincia de Buenos Aires terminará sumándose, aunque sin fotos ni actos públicos. Una postura similar atribuyen a Gerardo Zamora, de Santiago del Estero, con quien sostienen conversaciones reservadas.

Francos fue el encargado de coordinar las firmas, que se dieron principalmente en la sede de Gobierno. Hasta el momento, 14 distritos ya rubricaron su adhesión, aunque no todos lo hicieron personalmente. En algunos casos, fueron los ministros de Economía quienes sellaron el compromiso de no sumar regímenes paralelos de información patrimonial.

Esta mañana, varios gobernadores llegaron directamente desde el CFI hasta la Casa Rosada. Entre ellos estuvieron Carlos Sadir (Jujuy), Leandro Zdero (Chaco), Rolando Figueroa (Neuquén), Alberto Weretilneck (Río Negro), Gustavo Sáenz (Salta), Marcelo Orrego (San Juan) y Claudio Poggi (San Luis). Mañana se sumará Gustavo Valdés, de Corrientes.

En el caso de Misiones, el gobernador Hugo Passalacqua firmó a distancia y envió el acuerdo a través del ministro de Hacienda provincial, Adolfo Safrán, pese a que se encontraba en Buenos Aires participando también del encuentro del CFI. Desde el Ejecutivo no se sorprendieron por su ausencia, luego de las tensiones con el PRO por la caída del proyecto de Ficha Limpia y las acusaciones de pactos entre el oficialismo local y Milei.

También estuvieron en la capital Claudio Vidal (Santa Cruz) y Gustavo Melella (Tierra del Fuego), quienes mantienen relaciones complejas con la administración nacional, aunque sin romper el diálogo por completo.

En un gesto poco habitual, Luis Caputo participó personalmente del acto de firma, acompañado por Juan Pazo, titular del organismo que reemplazó a la AFIP (ARCA), y por Francos. Posaron juntos para las cámaras, reflejando la importancia que el Gobierno le asigna a esta medida, una de las más destacadas de su gestión, según palabras del propio ministro.

Los primeros en firmar habían sido los gobernadores peronistas Raúl Jalil (Catamarca) y Osvaldo Jaldo (Tucumán), considerados aliados cercanos al oficialismo. A ellos se sumaron ayer los referentes del PRO Ignacio Torres (Chubut) y Rogelio Frigerio (Entre Ríos), completando la docena de mandatarios que ya dieron el visto bueno al nuevo régimen.