Tras una jornada cargada de tensiones por el armado de listas en Buenos Aires, el presidente Javier Milei reapareció este domingo en la red social X con un mensaje que combinó advertencias, insultos y una mirada apocalíptica sobre el panorama político. La publicación llega poco después de sellarse el acuerdo electoral entre La Libertad Avanza y el PRO, en medio de reproches cruzados y heridas abiertas.

Con un tono desafiante, Milei volvió a cargar contra sus detractores:

"Cuando pasan cosas como las de anoche, me pregunto qué pensarán los imbéciles que me acusan de atacar a la República solo porque no les gustan las formas. No comprenden la dimensión del monstruo que enfrentamos. De hecho, ese monstruo sigue existiendo porque, cuando lo ven, se orinan de miedo. ¡VLLC!", lanzó, sin dar nombres, pero apuntando claramente contra la dirigencia tradicional.

El posteo del mandatario surgió horas después de confirmarse la alianza electoral entre su espacio y el PRO en la provincia, tras una negociación compleja que incluyó exigencias de Karina Milei y gestos que no alcanzaron para calmar los enojos de ambos sectores.

Antes de su mensaje, Milei ya había mostrado señales de incomodidad. Compartió una publicación del influencer libertario Nicolás Pareja, quien sugirió que el corte de luz que demoró el cierre de listas habría sido intencional. También replicó mensajes de apoyo, como el del intendente Diego Valenzuela y del exgobernador Carlos Ruckauf, en un intento por mostrar respaldo en medio de una interna caliente.

En el cierre de su hilo, Milei volvió a plantear su visión binaria del proceso político: "La verdadera disputa es entre kirchnerismo y libertad, entre estancamiento y cambio, entre pobreza y progreso", concluyó, rematando con su ya clásico grito de guerra: "Viva la Libertad, Carajo".

Un cierre de listas cargado de conflictos

Los tironeos internos no fueron exclusivos del oficialismo libertario. En el peronismo bonaerense, el clima también fue áspero. El gobernador Axel Kicillof logró conservar lugares clave en cinco de las ocho secciones electorales, pero su figura enfrenta cuestionamientos crecientes por parte del kirchnerismo más duro, especialmente de los sectores alineados con Cristina Fernández y Máximo Kirchner.