El pato Juan suma apoyo político para que lo dejen volver al puesto de flores
Un concejal del Partido Verde presentó un proyecto para que permitan el regreso del animal al centro mendocino.
El pato Juan no solo tiene abogado, ahora también sumó apoyo político para que lo dejen volver a la florería de la Ciudad de Mendoza, lugar que se volvió su hogar acompañando a su dueña Margarita Flores y donde gano fama por su carisma y travesuras.
Este jueves, el concejal del Partido Verde de Capital, Ricardo García, presentó un proyecto de resolución solicitando a la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Urbano la conformación de una mesa de diálogo interdisciplinaria para abordar el caso del ave, que se encuentra recluido en la casa de su dueña.
El animal fue retirado del lugar tras una inspección municipal, que la clasificó como "ave de corral" y ordenó su retiro. Sucede que semana atrás, aparentemente, un vecino de la zona habría denunciado al pato de violento por presuntos ataques a otras mascotas cuando pasaban por el puesto de calle San Martín y Garibaldi.
En este contexto, el edil impulsó un proyecto que no plantea una resolución unilateral, sino que impulsa la creación de un espacio institucional donde participen especialistas en fauna urbana, veterinarios, etólogos, fundaciones proteccionistas y funcionarios municipales, con el objetivo de buscar alternativas que respeten la vida y las condiciones del animal.
"Este no es un caso menor. Estamos hablando de un ser sintiente que formaba parte de una familia interespecie, y que ahora está sufriendo por una medida apresurada. Lo que pedimos es sentido común, diálogo y una solución con enfoque en el bienestar animal", sostuvo el concejal Ricardo García.
"El municipio trató al Pato Juan como si fuera un simple animal de corral. Pero no lo es. Se crió desde pequeño en ese lugar, rodeado de afecto humano, sin contacto con otros de su especie. Hoy está estresado, mal alimentado, irritable, y aislado en una jaula. No podemos seguir ignorando su sufrimiento",señaló García.
El caso ha despertado una fuerte reacción social: más de 8.000 personas firmaron un libro de apoyo espontáneo pidiendo una solución para el ave. "No es solo una mascota querida, es parte del paisaje urbano de la Ciudad. Hay un lazo afectivo y simbólico con vecinos y turistas que no puede descartarse con un acta de inspección", agregó el edil.
Desde el espacio que representa García proponen una salida institucional y participativa. "Lo que buscamos es que la Secretaría convoque a una mesa con voces expertas. El objetivo no es imponer una solución, sino construirla colectivamente con responsabilidad, empatía y conocimiento técnico", concluyó