Dietas en el Senado: qué decisión tomaron los representantes mendocinos ante la suba
El aumento de las dietas de los senadores nacionales será de 1,3% retroactivo por cada mes y correrá para marzo, abril y mayo.
Dos de los tres representantes de Mendoza en el Senado nacional decidieron rechazar el reciente aumento salarial, que eleva los ingresos brutos a casi 9,5 millones de pesos mensuales. La medida aplica un incremento del 1,3% mensual, con efecto retroactivo a marzo, abril y mayo.
Los radicales Mariana Juri y Rodolfo Suarez expresaron su negativa al ajuste mediante una nota formal dirigida a Victoria Villarruel, vicepresidenta de la Nación y titular del Senado. Según su entorno, ya habían adoptado la misma postura el año anterior.
Ambos se basaron en una disposición firmada por Villarruel el 4 de junio, la cual, a través del artículo 3 del decreto 344/25, invita a los legisladores a aceptar o no el aumento, dejando a criterio de cada uno la decisión final sobre su dieta.
Este mecanismo surgió como forma de desvincular a la presidencia del Senado de la polémica por las subas, que tienen origen en una resolución de 2023, cuando los senadores acordaron indexar sus haberes a las paritarias del personal legislativo. Hoy, esa fórmula contempla 2.500 módulos básicos, sumados a 1.000 módulos por representación y 500 por desarraigo (este último, cobrado por una minoría). Cada módulo supera actualmente los $2.376.
En su carta, Juri y Suarez aclararon que no desean que se les aplique el aumento previsto en el artículo 1 del decreto mencionado. Por su parte, la peronista Anabel Fernández Sagasti sostuvo que continuará donando una parte de su dieta, como viene haciendo desde el inicio de su gestión.
A través de su equipo de prensa, Fernández Sagasti remarcó que esos fondos se destinan a escuelas mendocinas, y que su intención es seguir colaborando con instituciones locales. El año pasado se conoció que una escuela rural de Tupungato era una de las beneficiarias de ese aporte.