Un pastor evangélico de San Martín fue condenado a tres años de prisión en suspenso luego de ser encontrado culpable de abusar sexualmente de una adolescente de 15 años. El acusado, Fernando Nehemías Coronel Fanin, admitió los hechos en el marco de un juicio abreviado que concluyó este martes.

El caso, ocurrido a fines de 2024, derivó en la detención del religioso, quien entonces tenía 27 años. La investigación había comenzado en mayo de ese año, luego de la denuncia presentada por la familia de la víctima. El hecho generó preocupación por la vulnerabilidad de los menores en espacios religiosos.

Según pudo reconstruir Radio Regional de San Martín, la joven manifestó haber sido abusada en reiteradas oportunidades por el pastor de la congregación a la que asistía. A pesar de que la legislación argentina establece los 13 años como edad de consentimiento, se contemplan agravantes cuando existe una relación de autoridad o influencia, como la del caso.

Durante el proceso judicial, Coronel Fanin -hoy con 28 años- recibió una pena de tres años de prisión condicional, por lo que no será privado de su libertad. La jueza María del Valle Sierra Maradei homologó el acuerdo entre la fiscal Mariana Gutiérrez, titular de la Fiscalía de Violencia de Género y Delitos contra la Integridad Sexual, y la defensa del acusado. El delito fue tipificado como estupro agravado.

En la audiencia, el imputado aceptó los cargos y, tras el fallo, fue liberado. La denuncia inicial detalla que los hechos ocurrieron dentro de la Iglesia Centro de Vida y en otros lugares vinculados al entorno del acusado.

De acuerdo con la reconstrucción del expediente, en enero de 2022, la adolescente participaba en un retiro organizado por la Iglesia Centro Familiar en el camping El Monarca, cuando el pastor la besó sin consentimiento, aprovechando que estaban a solas. A partir de ese episodio, según la denuncia, los abusos continuaron por al menos seis meses.

Entre enero y julio de 2022, los episodios se repitieron en una vivienda del barrio Centro Empleados de Comercio, en un consultorio médico del centro de San Martín, y en la sede de la iglesia ubicada en calle Saavedra.

En un inicio, la fiscalía imputó a Coronel por varios delitos: abuso sexual simple agravado por su rol como guardador y ministro de culto, en concurso con estupro agravado por el daño psicológico generado a la víctima y la posición de poder ejercida. Sin embargo, con el avance de la causa y el reconocimiento de los hechos, se llegó a una recalificación legal final: estupro agravado.

El dictamen fiscal sostiene que el religioso se aprovechó de la inmadurez emocional de la joven y del vínculo espiritual que ejercía como guía de fe, para obtener un consentimiento sexual inválido a los ojos de la ley.