Nora Dalmasso no descansará en paz: la Justicia cerró el caso definitivamente
La Cámara Criminal, Correccional y de Acusación de 2° Nominación de Río Cuarto confirmó el sobreseimiento total por prescripción del imputado Roberto Marcos Barzola
A casi 19 años del crimen de Nora Dalmasso (51), este martes se esfumó la última chance de evitar que el caso quede impune. La Justicia de Córdoba decidió sobreseer al principal sospechoso de asesinarla porque la causa prescribió.
La resolución de la Cámara Criminal, Correccional y de Acusación de 2° Nominación de Río Cuarto benefició a Roberto Marcos Barzola, el parquetista que estaba haciendo trabajos en la casa de la familia Dalmasso cuando ocurrió el crimen y cuyo ADN es compatible con las huellas genéticas halladas en el cuerpo de la víctima.
"Desde la medianoche de la fecha de la comisión del hecho imputado al prevenido hasta la actualidad, han transcurrido casi 19 años. Es decir, un lapso superior al límite temporal que la ley sustantiva establece para la operatividad de la prescripción", puntualizó el tribunal según el fallo publicado por el Poder Judicial de Córdoba.
En este sentido, el artículo 62, inciso 2, del Código Penal (CP) establece que el plazo máximo de prescripción para el delito atribuido al imputado Barzola es de 15 años.
Bárzola había sido acusado en diciembre del año pasado cuando el fiscal Pablo Javega confirmó se hallaron huellas genéticas de una persona de sexo masculino compatibles con pruebas colectadas en la bata y en el cuerpo de la víctima.
La detección de este rastro genético había despertado la esperanza de que la Justicia finalmente lograra resolver un caso que conmovió a la Argentina.
Fue como parte de una investigación que se inició en octubre de 2022 con el objetivo de saber quién la asesinó. El fiscal de Río Cuarto, Pablo Jávega, había ordenado tomar 200 muestras de ADN. Para entonces, el viudo Marcelo Macarrón, que había ido a juicio acusado de homicidio, ya había sido absuelto.
A más de 18 años del crimen, se indicó que ese ADN pertenecía a Roberto Bárzola, quien por ese entonces trabajaba puliendo los pisos de la casa de Villa Golf.