Un trágico episodio sacudió al barrio porteño de Palermo, donde fue encontrado muerto el economista Juan Pablo Giménez, de 61 años, en el interior de su vivienda ubicada sobre la calle Castex al 3400. 

El cuerpo fue hallado atado y con signos de haber sido amordazado, lo que llevó a los investigadores a analizar la posible participación de una organización delictiva conocida como "viudas negras".

El hecho se conoció luego de que una trabajadora de limpieza y el portero del edificio, preocupados por la falta de comunicación con Giménez, decidieran contactar a la Policía de la Ciudad. Al arribar al inmueble, personal de la Comisaría Vecinal 14C junto a equipos médicos de emergencia ingresaron al departamento y confirmaron que el economista ya no tenía signos vitales.

Avanza la causa por la muerte del especialista en economía

El caso quedó a cargo de la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional N.º 55, conducida por el fiscal César Troncoso, quien de inmediato dispuso la realización de una autopsia y el inicio de las pericias correspondientes en el domicilio.

Durante la jornada, especialistas de la Unidad Criminalística Móvil y agentes de la división Homicidios de la Policía de la Ciudad llevaron adelante tareas de relevamiento de pruebas en el lugar, buscando elementos que permitan esclarecer el crimen.

Finalizados los procedimientos técnicos, el cuerpo de Juan Pablo Giménez fue trasladado para el análisis forense que permita determinar las circunstancias exactas de su fallecimiento.

Las principales sospechas que maneja la Justicia

La línea investigativa más firme que sigue la Justicia apunta a un posible ataque ejecutado por una banda delictiva del tipo conocido como "viudas negras". Esta hipótesis se sustenta tanto en la posición en la que fue encontrado el cuerpo de Juan Pablo Giménez como en el estado de desorden en el que se hallaba el departamento, con múltiples indicios de haber sido registrado en busca de objetos de valor.

Según pudo reconstruir Infobae a partir de fuentes cercanas al expediente, existen dos elementos clave que refuerzan esta teoría. El primero es que el cuerpo de Giménez no presentaba lesiones visibles que pudieran explicar el desenlace fatal. El segundo dato relevante es que, si bien tenía una remera introducida en la boca, la misma no estaba bloqueando sus vías respiratorias.

Por estos motivos, el foco de la investigación se encuentra ahora en los resultados del análisis toxicológico, que será determinante para conocer si la víctima fue forzada a ingerir o consumir alguna sustancia que haya derivado en su muerte. Este examen será crucial para definir si el economista fue drogado como parte del modus operandi de este tipo de bandas.