Milagroso escape: un joven sobrevive a un balazo en la cabeza en Maipú
Un joven de 25 años fue baleado en la cabeza en el barrio 25 de Mayo, pero logró sobrevivir con heridas superficiales. La policía busca al agresor
En un hecho que desafía la lógica, un joven de 25 años logró sobrevivir tras recibir un disparo en la cabeza durante un altercado en Maipú. El incidente ocurrió el miércoles por la noche en el barrio 25 de Mayo de Rodeo del Medio, cuando un sujeto conocido como "Pichón" abrió fuego contra la vivienda donde la víctima, que cumple prisión domiciliaria, se encontraba.
Un ataque con antecedentes
La agresión tuvo lugar alrededor de las 20 horas, cuando el joven, que por razones de seguridad ha preferido mantener su identidad en reserva, se encontraba en la puerta de su casa en la manzana 8 del mencionado barrio. Según las fuentes policiales, el joven y su agresor tenían conflictos previos, lo que desencadenó un intercambio de insultos cuando el agresor pasó frente a la vivienda.
Debido a la restricción de no poder salir de su hogar, el joven solo pudo responder desde el interior. Fue entonces cuando "Pichón" desenfundó un arma y comenzó a disparar. Uno de los proyectiles impactó en la frente de la víctima, que, a pesar de la gravedad aparente del hecho, se mantuvo consciente en todo momento.
Milagrosa recuperación
Inmediatamente después del ataque, el joven fue trasladado de urgencia al hospital Paroissien, donde fue atendido por una herida de bala en el cráneo. Milagrosamente, la bala solo causó lesiones superficiales, permitiendo que la víctima fuera dada de alta en cuestión de horas.
Antes de abandonar el hospital, el joven proporcionó detalles a la policía sobre su agresor, identificando a "Pichón" como el autor de los disparos. La policía ha iniciado una búsqueda intensiva para dar con el paradero del sospechoso, mientras que la investigación del caso está a cargo de la Oficina Fiscal 16 de Rodeo del Medio, Maipú.
Este episodio, que pudo haber terminado en tragedia, dejó en evidencia la peligrosidad de las disputas no resueltas y la necesidad de justicia para prevenir futuros actos de violencia. Mientras tanto, la comunidad sigue en alerta, esperando la captura del agresor.
