Durante las últimas horas, Fabio Rosa Carvalho, uno de los delincuentes más buscados en Brasil, fue arrestado en el barrio porteño de Caballito. El hombre se encontraba prófugo desde hacía dos años, luego de fugarse de una prisión en su país de origen.

Lo insólito del caso es que, mientras enfrentaba cargos por narcotráfico, asesinatos y blanqueo de capitales, Carvalho había adoptado una identidad falsa y llevaba una vida de lujo en Mendoza, donde incluso se destacaba como goleador en un torneo de fútbol amateur.

Según informó la Agencia Noticias Argentinas, el sospechoso, de cuarenta y un años, usaba el nombre ficticio de Lucas Rodrigues para evitar ser reconocido. Se había instalado en un country privado de Mendoza hace aproximadamente dieciocho meses, desde donde mostraba un estilo de vida ostentoso y hasta presumía de sus yates en Brasil, invitando a compañeros del equipo a pasar vacaciones junto a él.

"No lo podíamos creer cuando vimos la noticia, era nuestro delantero estrella", expresó una fuente vinculada al equipo mendocino, que prefirió mantenerse en el anonimato por temor a represalias.

El campeonato en el que se lucía se trata del Quilmes Club, una competencia tradicional de fútbol once amateur que se disputa desde hace años en la provincia. Carvalho se coronó máximo anotador en la última edición, con diez goles, destacándose por su fuerza física y habilidad con la pelota. Nadie imaginaba que se trataba de un criminal internacional.

Sin embargo, su fachada comenzó a desmoronarse semanas atrás, cuando una billetera digital brasileña lo delató: intentó una transacción que requería reconocimiento facial, lo que expuso su ubicación en el barrio El Prado de Valle Escondido, en Córdoba.

Con ese dato clave, agentes de Argentina y Brasil iniciaron el rastreo de sus pasos. La investigación determinó que Carvalho operaba con al menos dos identidades falsas, respaldadas por documentación adulterada y números falsos de CPF brasileños.

Una de esas identidades era Gilmar Dos Santos, supuestamente nacido el ocho de septiembre de mil novecientos ochenta y ocho, con la cual obtuvo un DNI argentino con su foto pero con datos completamente inventados. También se hacía pasar por Pablo Carvalho Da Silva, nacido el veintitrés de mayo de mil novecientos noventa y cinco, un alias que ya arrastraba antecedentes por delitos graves.

Las autoridades brasileñas lo identifican como miembro clave de la organización criminal "Os Manos", una estructura con base en Rio Grande do Sul, dedicada a actividades como tráfico de estupefacientes, armas, asesinatos por encargo y lavado de activos. Además, tendría vínculos internacionales con el Primer Comando Capital (PCC).

Durante su escape, Carvalho pasó por Bolivia, Córdoba, Mendoza y Buenos Aires, donde finalmente fue detenido. En las próximas horas será extraditado a Brasil, donde deberá enfrentar una larga condena pendiente.