El policia que mató por accidente a su pareja en Godoy Cruz fue condenado a casi cinco años de prisión
El efectivo Franco Nicolás Cuello (32) fue condenado a 4 años y 8 meses de cárcel por la muerte de su esposa, Valeria Ramírez (26), ocurrida en 2022. El jurado popular descartó el femicidio y lo responsabilizó por homicidio culposo.
El policía Franco Nicolás Cuello (32) fue condenado a 4 años y 8 meses de prisión por la muerte de su pareja, Valeria Ramírez (26), ocurrida en su vivienda de Godoy Cruz a fines de 2022. La sentencia llegó luego de que un jurado popular concluyera que se trató de un hecho accidental.
Durante el debate, la Fiscalía buscó probar que se trataba de un femicidio, al sostener que Cuello disparó con intención de matar. En contraste, la defensa alegó que quien accionó el arma fue el hijo de la pareja, un niño de 4 años. Finalmente, los doce integrantes del jurado entendieron que el disparo fue efectuado por el propio policía, pero de manera imprudente.
Tras el veredicto de homicidio culposo -delito que prevé entre 1 y 5 años de cárcel-, el juez Alejandro Miguel definió la pena. El fiscal Fernando Guzzo había solicitado 4 años y 8 meses de prisión, la querella representada por Jimena Villanueva pidió el máximo posible y los defensores Leonardo Pasccón y Federico Yunez reclamaron una condena menor. Finalmente, el magistrado se inclinó por la solicitud de la Fiscalía.
Además de la prisión, Cuello fue inhabilitado para ejercer la patria potestad de sus hijos y para desempeñar cargos públicos durante 8 años, según confirmaron fuentes judiciales.
El hecho ocurrió la noche del 25 de noviembre de 2022 en una vivienda del barrio La Gloria. Valeria estaba recostada en la cama junto a la bebé de la pareja, mientras su otro hijo, de 4 años, también se encontraba en la habitación. Un disparo a corta distancia ingresó por su nariz, atravesó su tórax y salió por la espalda, provocándole la muerte en pocos minutos.
El efectivo, que integraba el Grupo Especial de Seguridad (GES), fue detenido inmediatamente. Pese a los intentos de la Fiscalía por demostrar que se trató de un ataque intencional y a la estrategia de la defensa que buscó responsabilizar al niño, el jurado popular optó por una salida intermedia: considerar la tragedia como un accidente, pero cometido por el propio Cuello.