El agresor de la kiosquera de Godoy Cruz enfrenta tres causas y podría recibir hasta 22 años de cárcel
Carlos Estrada Marfiliu fue imputado por el robo a un kiosco en Godoy Cruz, donde agredió violentamente a una empleada. Ya es investigado en otras dos causas y podría recibir una pena acumulada de hasta 22 años de prisión.
El hombre que protagonizó el violento asalto a una empleada de kiosco en calle Yrigoyen fue acusado este martes por el delito de "robo simple" y continuará tras las rejas hasta que se lleve a cabo la audiencia de prisión preventiva.
Desde el Ministerio Público Fiscal informaron este martes que el individuo que el día anterior atacó ferozmente a una trabajadora de un kiosco en Godoy Cruz está siendo investigado también por otros dos expedientes judiciales activos, lo cual podría derivar en una condena total que alcanzaría los 22 años de cárcel.
Durante la mañana, el fiscal Juan Manuel Bancalari formalizó la imputación contra Carlos Javier Estrada Marfiliu (38) por el delito de robo simple, una figura penal considerada menos grave y excarcelable. No obstante, el acusado permanecerá detenido al menos hasta que se realice la audiencia donde se definirá si continúa en prisión preventiva.
A partir del análisis de las cámaras de vigilancia y otras pruebas recolectadas, la fiscalía resolvió encuadrar el caso como un robo sin agravantes, dado que el agresor no portaba ningún tipo de arma y, si bien actuó con violencia extrema, la víctima solo sufrió lesiones leves, según determinó el Cuerpo Médico Forense.
La secuencia del ataque
Todo ocurrió el lunes pasado, minutos antes de las 7:30, cuando una empleada se encontraba atendiendo el local de Irigoyen, a pocos metros de San Martín. Un hombre de estatura alta, vestido con ropa deportiva azul y gris, ingresó y, luego de unas palabras, saltó el mostrador usando una caja como apoyo y se abalanzó directamente sobre ella.
En ese instante, comenzó a golpearla repetidamente con los puños, sin detenerse, mientras la mujer gritaba desesperadamente pidiendo auxilio. El agresor la empujó hacia el fondo del negocio y continuó agrediéndola sin pausa ni compasión.
En un intento por escapar, la víctima corrió hacia la entrada del comercio. Sin embargo, el atacante la alcanzó, la tomó del cabello y la arrastró de nuevo al interior del kiosco, mientras ella seguía pidiendo ayuda a los gritos. Ya en el fondo del local, la joven se arrojó al piso, pero el agresor no cesó en su ataque y continuó tirándola del cabello.
Cuando la tuvo reducida, el asaltante se dirigió a la caja registradora y sustrajo poco más de 20.000 pesos. Aprovechando un momento de distracción, la mujer logró huir nuevamente hacia la vía pública. El ladrón intentó perseguirla, pero esta vez ella logró cruzar la calle y refugiarse en un negocio ubicado justo enfrente.
El delincuente escapó corriendo por calle San Martín. Aunque la víctima no presentó heridas graves, debió ser asistida por el estado de shock en el que se encontraba, y luego radicó la denuncia en la comisaría correspondiente.
Finalmente, la Policía de Investigaciones (PDI) junto con el Centro Estratégico de Operaciones (CEO) lograron detener al acusado pasado el mediodía del lunes, tras realizar diversas tareas de inteligencia.