"Yo Creo", una contención para chicos y chicas sin familias en Mendoza
A un año del lanzamiento del programa de acogimiento "Yo Creo", Mendoza consolida una política pública centrada en los derechos de las infancias, con un claro mensaje de contención para chicos y chicas sin familias
En el marco del Mes del Acogimiento Familiar y a un año de su implementación, el programa "Yo Creo" impulsado por el Gobierno de Mendoza a través del Ministerio de Educación, Cultura, Infancias y la Dirección General de Escuelas, celebra un crecimiento sostenido y testimonios que reflejan el impacto transformador del cuidado familiar
transitorio.
Desde su puesta en marcha en junio de 2024, la iniciativa ya cuenta con 34 familias postulantes, de las cuales 27 hoy se encuentran activas y distribuidas en todo el territorio provincial, con 29 niños bajo esta modalidad de cuidado.
Con el objetivo de reducir al mínimo las consecuencias emocionales asociadas a la institucionalización prolongada, el programa "Yo Creo" promueve una alternativa real, solidaria y afectiva que pone en el centro el derecho de cada niño o niña a crecer en el seno de una familia, aunque sea de forma transitoria.
Un año de balance y compromiso colectivo
Para conmemorar este primer aniversario, se llevó a cabo una jornada de reflexión y balance en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional de Cuyo.
La actividad reunió a autoridades provinciales, referentes técnicos del programa y familias que compartieron sus experiencias, tanto en Mendoza como en otras jurisdicciones.
Durante el encuentro se destacaron los logros alcanzados, la creciente participación ciudadana y los desafíos por delante. También se puso en valor la convicción institucional que ha sostenido esta política pública desde sus inicios, así como el trabajo articulado con organizaciones y comunidades para fortalecer redes solidarias en todo el territorio.
El Ministro Tadeo García Zalazar indicó que "el programa "Yo Creo" ha
transformado la vida de muchos niños y niñas en Mendoza y estamos orgullosos de este camino transitado". En el mismo sentido valoró y agradeció el acto de amor y compromiso de cada una de las familias que participan e invitó a muchas más a sumarse.
En tanto la Subsecretaria de Infancias, Adolescencias y Juventudes, Verónica Álvarez Ocampos dijo que "el programa nos permite creer en el amor como sostén, en la capacidad del Estado para trabajar de forma interdisciplinaria, en el compromiso de la comunidad y en la reparación del tejido social".
"Yo Creo" se basa en principios fundamentales: el cuidado es solidario (no remunerado), temporal (hasta que se resuelva la situación judicial del niño, niña o adolescente) y diferenciado, ya que se convoca a perfiles específicos según las necesidades de cada caso, incluyendo grupos de hermanos o personas con discapacidad.
Voces que inspiran
Betsabé González, de 21 años, estudiante de psicología y niñera, se sumó al programa inspirada por una amiga. Hoy vive su segundo acogimiento y rememora con emoción el primero, cuando recibió a un niño de apenas dos años: "Los primeros días fueron difíciles. El niño no se adaptaba, sentíamos rechazo. Pero con paciencia y amor, todo cambió. Comenzó a vincularse y se convirtió en un niño feliz".
Betsabé cuenta con el acompañamiento de su familia y red de afectos, quienes participan activamente: "Todos están pendientes del cuidado. Fue una aventura compartida. Lo más lindo es ver cómo se fue sumando más gente".
Actualmente cuida a un niño de tres años y mantiene contacto con la familia adoptiva del primero: "Aunque esté con su familia adoptiva, sigue siendo parte de nuestra vida".
Agustina Villegas, pediatra, madre de dos niñas y docente universitaria, conoció el programa a través de una consulta médica. En un primer momento, pensó que su vida laboral no le permitiría participar. Sin embargo, aceptó ser familia de acogimiento de un bebé de 10 días:
"Lo hablé con mis hijas y su respuesta fue un sí gigante. Lo que parecía imposible empezó a fluir".
Desde su formación médica, Agustina resalta la importancia del cuidado temprano: "Los primeros mil días de vida son vitales. Lo que un niño reciba en ese tiempo marcará su vida para siempre".
Valeria Maza, diseñadora gráfica, regresó a Mendoza tras años de vivir en Buenos Aires. En su primera experiencia cuidó a una bebé de 7 días. Hoy, vive su segundo acogimiento y celebra la red de apoyo que la rodea: "Es impresionante cómo la gente se involucra. Me donaron muebles, ropa, juguetes. Lo que recibo, lo paso a otras madrinas. Esto genera una cadena de solidaridad hermosa".
Valeria también destacó la existencia espontánea de "madrinas y padrinos mágicos", personas que ofrecen ayuda y luego se suman al programa.
Una política pública que sigue creciendo
A un año de su implementación, "Yo Creo" no solo representa una alternativa concreta a la institucionalización prolongada, sino también una expresión del compromiso colectivo con los derechos de las infancias. El desafío sigue siendo el mismo: que ninguna niña, niño o adolescente atraviese su desarrollo sin el acompañamiento y la protección de un entorno familiar.
¿Quiénes pueden postularse como familias de acogimiento?
- Personas mayores de edad, cualquiera sea su estado civil.
- Con residencia en la provincia.
- No estar inscriptas en el Registro de Adopción.
- No contar con antecedentes penales.
- No haber sido sancionadas o registrar incumplimientos en sus obligaciones parentales.
- Es fundamental que todo el grupo familiar esté informado y de acuerdo con el proceso.
Quienes deseen sumarse pueden escribir a: acogimientofamiliar@mendoza.gov.