Un especialista defendió la utilidad de los reductores de velocidad para evitar siniestros viales
Roberto Tomassiello, especialista en seguridad vial y diseñador industrial, destacó en Radio Jornada la utilidad de los reductores de velocidad y dijo que no rompen ningún auto si se los pasa a una velocidad adecuada
Después de un trágico fin de semana en Mendoza, donde se produjeron cuatro muertes por incidentes de tránsito, Radio Jornada (91.9) consultó al experto en seguridad vial y diseñador industrial Roberto Tomassiello. El especialista, en diálogo con "Matinal", defendió los criticados "reductores de velocidad" que se colocan en las calles, sobre todo en las que conllevan algún tipo de peligro, aunque reconoció que lo que falta es una señalización adecuada de estos.
Por otra parte, dio una serie de recomendaciones para evitar los siniestros viales y apuntó al manejo defensivo como el gran aliado para conducir minimiando los riesgos.
Los mitos en torno de los reductores de velocidad
Tomasiello manifestó en el programa "Matinal" que tanto los lomos de burro, como las famosas "tortuguitas" -o tachas reductoras de velocidad- como badenes y otros sistemas para que los conductores disminuyan la rapidez con la que se trasladan en la calle no son peligrosos por si mismos.
"Hay un mito, o por lo menos para mi es un mito, de que los reductores de velocidad destruyen los autos. Los reductores de velocidad, me he cansado de decirlo, no destruyen nada. Eso es una falacia, es una mentira", enfatizó Tomassiello.
Agregó, además, que estos sistemas están hechos para que en lugares que pueden resultar peligrosos se reduzca la velocidad. Por ejemplo, frente a una escuela, cerca de una encrucijada de camino, de un cruce, de un lugar importante donde pueden pasar peatones, donde el cruce es una intersección importante entre dos arterias, una de mayor prioridad que la otra.
Si bien destacó que pueden estar mal señalizados y pueden resultar de sumo peligro. "Si voy muy rápido y no tengo tiempo de frenar para evitar pasar a esa velocidad sobre el reductor, puedo perder el control del vehículo. Y ahí sí es grave la situación. Pero el reductor de velocidad, pasándolo entre 10 y 15 kilómetros por hora, le aseguro que no rompe nada", subrayó el especialista.
El problema, comentó, es que los conductores los cruzan a la misma velocidad que vienen transitando por la calle y esto es lo que produce el inconveniente
"Las tortuguitas que se levantan varios centímetros sobre la calzada, hay cruzarlas muy despacio. Yo diría que si es posible, a paso de hombre, y no va a tener pero nunca un problema ni en la suspensión, ni en el tren delantero". aseguró.
Recomendaciones para evitar siniestros viales
En primer lugar, Tomassiello no se refiere a accidentes -que son cuestiones inevitables, por ejemplo, el hecho de ir conduciendo y que se caiga una rama sobre el vehículo- sino a "siniestros" viales, que son situaciones de alguna manera, evitables.
En este sentido, manifestó que lo principal es evitar los distractores, el más obvio es el uso del celular cuando se está conduciendo. Incluso, destacó que no está de acuerdo con las llamadas telefónicas por Bluetooth, porque ejercen como distractores.
La segunda recomendación es mantener la distancia entre vehículos, ya que mientras más rápido se conduce, más distancia es necesaria para frenar. Destacó que si se toma una velocidad de 100 km/h son necesarios 90 metros para frenar. Por lo tanto, mantener una distancia prudencial con el vehículo que está adelante evita los accidentes en cadena, por ejemplo.
Además, dijo que es importante tener una visión controlada del entorno, manejar todo el tiempo mirando por los espejos retrovisores y no solo observar quién viene por la izquierda, sino quien puede tratar de adelantarse por la derecha. Lo destacó porque es algo que se está volviendo común, que los conductores tomen la peligrosa decisión de adelantar por la derecha, situación que está prohibida en la ley de Tránsito pero que muchas personas lo hacen de todas formas.
Todas estas recomendaciones, pertenecen a lo que se conoce como "manejo defensivo" que es una forma de conducir que no solo protege la vida del conductor, sino la de las personas que transitan a la par, o bien, de los peatones con las que los conductores deben interactuar.