Día mundial contra el trabajo infantil

"Nos hemos acostumbrado a ver niños y niñas trabajando"

Soledad Soto, especialista ecuatoriana en esta problemática, dialogó con Radio Jornada y describió las consecuencias dramáticas que puede padecer un niño que trabaja

Redacción

En el Día Internacional contra el Trabajo Infantil, Radio Jornada 91.9 dialogó con Soledad Soto, responsable operativa de comunicación de la Red América Social Salesiana, quien desde Ecuador analizó la situación de la niñez trabajadora en América Latina. 

La especialista explicó que el fenómeno afecta a uno de cada diez niños en el mundo, y que en nuestra región la realidad no es distinta: "La mitad de ellos realiza tareas peligrosas o en condiciones de extrema precariedad", sostuvo. 

Soto destacó que el trabajo infantil representa apenas un 10% del ingreso de familias vulnerables, pero significa una grave vulneración de derechos. "Los niños deberían estar estudiando y jugando, no trabajando para sostener un hogar", subrayó. La red salesiana que integra articula acciones en 22 países para erradicar esta problemática, promoviendo cambios estructurales desde las políticas públicas. 

Aunque son pocos los datos estadísticos con los que se cuenta en Mendoza, según los últimos datos arrojados por la Encuesta de Actividades de Niños, Niñas y Adolescentes (EANNA) realizada en 2023, en la región de Cuyo había 53.000 chicos de entre 5 y 15 años trabajando, la mitad de estos para el mercado, y la otra mitad para tareas de autoconsumo y responsabilidades intensas del hogar. Sobre todo niñas y adolescentes dedicadas a tareas de cuidado y domésticas que representan explotación. 

"Nos hemos acostumbrado a ver niños y niñas trabajando"


El trabajo infantil es responsabilidad del Estado

La representante de la Red América Social Salesiana remarcó que es imprescindible que los Estados asuman su rol de garantes de derechos. "Las organizaciones sociales podemos hacer mucho: becas, comedores, apoyo escolar. Pero si no influimos en las políticas públicas, todo seguirá igual", advirtió. 

En ese sentido, valoró las experiencias en países como República Dominicana, donde el Estado colabora activamente con las organizaciones para enfrentar el trabajo infantil. 

Además, explicó que la red salesiana promueve la réplica de buenas prácticas en la región y busca incidir de manera sostenida para que los gobiernos adopten compromisos concretos. "El trabajo infantil es un problema estructural y hay que resolverlo desde la raíz", afirmó. 

Naturalizar el trabajo infantil, el mayor obstáculo para erradicarlo

 Consultada sobre las principales dificultades para eliminar el trabajo infantil, Soto fue categórica: "El problema más grave es que nos hemos acostumbrado a ver niños trabajando. Ya no nos llama la atención verlos en los semáforos o vendiendo en la calle". 

Según explicó, esta naturalización de la problemática impide que la sociedad tome conciencia de su gravedad. Por eso insistió en la necesidad de cambiar la actitud cotidiana: "No se trata de comprarles algo por pena. Es mejor acercarse, ver si van a la escuela o si necesitan útiles. Eso es ayudar de verdad", reflexionó. Y cerró con un llamado a la acción: "Todos somos responsables de cambiar esta realidad, aunque no siempre resulte cómodo".

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