En el Frank Romero Day

Los Piojos celebraron su retorno a Mendoza ante más de 30 mil almas

Con una excelente puesta en escena en el anfiteatro griego del Parque General Marín, sonido Impecable y una lista de temas gloriosa, Los Piojos tocaron más de dos horas ante una multitud extasiada

Anoche en Mendoza, sábado 3 de mayo, Los Piojos se presentaron en el Teatro Griego Frank Romero Day ante más de 30 mil personas y el show fue  vibrante, cargado de emociones y una lista de canciones maravillosas. 

Fue la primera actuación del grupo en Mendoza desde 2007 y la ocasión fue una fiesta marcada por la nostalgia de los fanáticos de la primera hora y las nuevas generaciones.

Los Piojos celebraron su retorno a Mendoza ante más de 30 mil almas

Los accesos hacia el escenario mítico de Mendoza estuvieron intervenidos desde temprano. Como cada ritual del rock argentino, la gente llegó temprano y se instaló a cantar, comer un chori en las decenas de puestos callejeros que había en el lugar, compartir un fernet y la música de su banda.

En los días anteriores, la banda había difundido un mensaje a través de sus redes sociales. En él informaban que habían dejado púas en distintos puntos del centro de la ciudad. Algunas fueron colocadas en la Plaza Independencia y otras cerca de los Portones del Parque San Martín.

Los Piojos celebraron su retorno a Mendoza ante más de 30 mil almas

El show empezó pasadas las 21:30, con una propuesta bien "al palo"y un Ciro encendido y más carismático que nunca. Fueron tres horas de recital en el que recorrieron todas las épocas, con momentos de profunda emoción como la participación de los hijos del cantante, de Pity Fernández y en especial la intervención de Matu Kupinsky, hijo del fallecido guitarrista y miembro fundador de Los Piojos.

"El balneario de los doctores crotos", "Muevelo", "Marado", "Luz de marfil", "Tan Solo", "Bicho de ciudad" fueron algunos de los temas de un recital inolvidable para los fans, que inició con "Ruleta" y terminó con el Himno Nacional Argentino, para darle el golpe de emoción justa a una noche perfecta.


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