Histórica demanda para atención pública en Salud Mental en Mendoza
El director del Hospital Lencinas contó que se han triplicado las consultas ambulatorias y hay lista de espera en internación de Salud Mental
El doctor Marcelo Barcenilla, director del Hospital Lencinas, explicó en Radio Jornada (91.9) que la pandemia dejó secuelas profundas en la salud mental de adolescentes, adultos jóvenes y mayores. El hospital pasó de tener solo atención ambulatoria a contar con un pabellón completo para internación.
Barcenilla manifestó que la demanda de consultas para salud mental se ha triplicado y además, hay lista de espera para internación en este sector.
"El 70% de la población está medicada por alguna problemática de salud mental", aseguró.
Por qué la salud mental dejó de ser un tabú
Barcenilla conoce de cerca las transformaciones que atraviesa la salud mental en Mendoza. Desde el Hospital Lencinas, el efector que dirige, cuenta que ya no es un tema estigmatizado como hace algunas décadas: "Hoy ir al psicólogo o al psiquiatra no es sinónimo de estar loco. Muchos adolescentes y adultos jóvenes lo hacen para ordenar su vida, igual que uno va al ginecólogo o al clínico".
Pero esa apertura vino de la mano de una realidad preocupante: la salud mental está en crisis. Barcenilla explicó en Radio Jornada que el 70 a 80% de la población toma medicación por algún trastorno de salud mental, desde síndromes ansiosos o depresivos hasta trastornos más complejos.
La pandemia, con sus efectos prolongados, disparó los casos: "Los adolescentes cambiaron hábitos, duermen poco, se aíslan frente a las pantallas y no sociabilizan. Los adultos perdieron vínculos y redes. Y los mayores sufrieron deterioro cognitivo y funcional por el aislamiento", detalló.
De dos psiquiatras a un pabellón entero de salud mental
Hasta 2020, el hospital contaba con dos psiquiatras, cuatro psicólogas y un equipo de trabajadoras sociales para atención ambulatoria. Pero la demanda pospandemia obligó a dar un giro estructural: hoy el hospital cuenta con un pabellón exclusivo para internación en salud mental, con 12 camas siempre ocupadas y una lista de espera de entre 10 y 15 personas. "Empezamos con cinco camas para deshabituación de sustancias, pero rápidamente nos desbordó. Fuimos el primer hospital general de Mendoza en incorporar internación en salud mental, saliendo del modelo de los monovalentes como el Sauce o el Pereira", explicó.
El cambio fue acompañado por un equipo interdisciplinario y talleres para pacientes: manualidades, huerta, yoga, cine y gimnasia, muchos en articulación con el municipio de Godoy Cruz.
El impacto social y económico en la salud mental
Barcenilla insistió en que no se puede hablar de salud mental sin considerar el contexto social. "Atendemos a familias vulnerables, muchas con múltiples integrantes con consumos problemáticos o sin contención. Vienen del Gran Mendoza y zonas conflictivas de Godoy Cruz. La pérdida de empleo y cobertura médica también aumentó la demanda en hospitales públicos", señaló. Cada mes, el Hospital Lencinas hace una admisión grupal de entre 40 y 50 personas para iniciar tratamiento, a lo que se suman admisiones semanales. "Eso nos exige contención permanente para evitar cronificar pacientes y poder abrir espacio a nuevos casos", explicó.
Nuevas patologías y el deterioro temprano
Barcenilla indicó que los cuadros más frecuentes con los que se enfrentan hoy en la atención de salud mental son los ansiosos, depresivos y los vinculados a consumos problemáticos.
Pero también aparecen cada vez más jóvenes con otras patologías: infecciones, enfermedades de transmisión sexual, hipertensión, diabetes tipo 2. "Nos llegan chicos de 20 años con un cuerpo de 40 por el nivel de deterioro orgánico", advirtió el médico. Además, preocupa el crecimiento de los trastornos alimentarios. "La idea es sumar también un área para trabajar casos de anorexia y bulimia, que hoy se ven con mucha frecuencia en adolescentes", adelantó.
Prevención: cómo detectar señales de alerta
La prevención, asegura Barcenilla, empieza en casa: "El diálogo es fundamental. Comer sin pantallas, conocer a los amigos de nuestros hijos, saber qué hacen. Volver a pautas básicas que se fueron perdiendo". También remarcó la importancia del deporte, los clubes y las actividades extraescolares. Sobre los signos de alerta, mencionó: irritabilidad, insomnio, falta de apetito, cambios de humor y conductas anormales.
"No hay que naturalizar estas señales ni esperar a que se pasen solas. Cuanto antes se interviene, mejor pronóstico tiene cualquier tratamiento", subrayó.
Cómo pedir atención en salud mental en el hospital
Las consultas al equipo del Hospital Lencinas se gestionan a través de la aplicación del Ministerio de Salud. Allí se solicita un turno, se realiza una admisión inicial, y luego se deriva a los distintos dispositivos según el caso. "Lo más importante es estar atentos. El tiempo es oro. Y cuando la familia, la escuela o los clubes fallan, el sistema de salud tiene que estar preparado para dar respuesta", concluyó.