El 31 de mayo fue instituido por la OMS como el "Día mundial sin tabaco", para concientizar sobre los daños que provoca esta sustancia en las personas que la consumen, más de mil millones en el mundo. En la actualidad, muchos jóvenes ingresan a esta adicción a través de los "vapers" -vapeadores o cigarrillos electrónicos- que se promocionan como menos dañinos que el cigarrillo. Sin embargo, esto resulta a la las claras un mito, o para decirlo más claramente, un engaño del mercado. 

Para echar luz sobre esta temática, Radio Jornada (91.9) dialogó con el doctor Mario Boskis, cardiólogo y especialista en longevidad saludable, quien advirtió sobre los graves daños que provocan los "vapeadores". 

Qué fuman los que consumen vapeadores

Lejos de ser una alternativa saludable al cigarrillo convencional, el vapeo implica la inhalación de sustancias nocivas que afectan tanto el sistema respiratorio como el cardiovascular. 

"La industria tabacalera intenta vender nicotina bajo otro formato, apelando a una falsa sensación de seguridad", explicó Boskis. 

Al tiempo, el cardiólogo explicó que "no estamos inhalando vapor de agua, como se dice, sino un aerosol que contiene compuestos químicos tóxicos como propilenglicol, glicerina, formaldehído, acetaldehído, cobre y estaño". 

Sustancias tóxicas, adicción y daño cardiovascular 

Según Boskis, el líquido de los vapers se calienta a altas temperaturas y se convierte en un aerosol con partículas tan pequeñas como un glóbulo rojo, capaces de ingresar al sistema circulatorio. Esto puede generar inflamación pulmonar, daño arterial y alteraciones cardiovasculares. "Estamos cambiando una adicción por otra", resumió el especialista. A pesar del discurso que los presenta como un 95% menos dañinos, el cardiólogo fue tajante: "No se ha demostrado su inocuidad a largo plazo. Ya hay estudios que vinculan su uso con asma y enfermedades respiratorias crónicas. Y todavía no sabemos cuán graves pueden ser sus consecuencias en el futuro". 

El auge entre adolescentes y la falta de regulación 

Uno de los puntos más alarmantes es el crecimiento del consumo entre adolescentes. "Hay chicos que empiezan a vapear desde los 13 años. El 80% de los casos de EVALI -una neumonía bilateral asociada al vapeo- se dieron en menores de 25 años", señaló Boskis. Algunos de estos cuadros incluso fueron mortales. En Argentina, la ANMAT prohíbe desde 2013 la importación y venta de cigarrillos electrónicos, pero la medida no se cumple: se venden libremente en kioscos y redes sociales, con diseños atractivos y sabores artificiales pensados para captar al público más joven. "El problema es que no está regulado. Los chicos los llevan a la escuela, los esconden, no dejan olor como el cigarrillo tradicional. Los padres están muy preocupados, pero no tienen herramientas claras para actuar", advirtió el médico.