El ministro de salud de Mendoza criticó la salida de Argentina de la OMS
Rodolfo Montero no está conforme con la decisión de Javier Milei de abandonar el organismo y unirse a "uno paralelo" junto a EE.UU.
La reciente salida de Argentina de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en línea con una decisión similar de Estados Unidos, generó un intenso debate en el ámbito sanitario nacional por la acción y desde Mendoza ya se expresaron en contra de la iniciativa.
Es más, el presidente Javier Milei y Robert F. Kennedy Jr., secretario de Salud de Donald Trump, anunciaron su intención de crear un sistema de salud internacional "alternativo". Sin embargo, esta propuesta encendió las alarmas y fue recibida con escepticismo, especialmente enMendoza.
En este marco, el ministro de Salud y Deportes de Mendoza, Rodolfo Montero , se manifestó firmemente en desacuerdo con la decisión del país de abandonar la OMS. En declaraciones a El Sol, Montero expresó: "No estoy de acuerdo con la decisión de Argentina de dejar de formar parte de la OMS. Coordinar políticas públicas a nivel internacional y no aislarse del mundo es muy importante".
Subrayó, además, la necesidad de que los países "se pongan de acuerdo en estándares, procedimientos, guías y buenas prácticas" para una gestión de salud eficaz a nivel global.
Respecto a la propuesta de un sistema alternativo entre Estados Unidos y Argentina, Montero mostró un profundo escepticismo, afirmando: "Creo que no hay nada muy sólido allá atrás". También desestimó la viabilidad de coordinar historias clínicas y, aunque celebró la idea de modelos alimenticios más saludables, consideró que "por el momento, no hay nada concreto".
En cuanto a la posibilidad de vender medicamentos argentinos a Estados Unidos, el ministro fue categórico: "Normalmente, nuestros remedios valen más caros que los de la primera marca. No hay un mercado genérico en la Argentina... Difícilmente podremos entrar en un mercado como el norteamericano".
El ministro Montero fue especialmente crítico con el sistema de salud estadounidense como un modelo a seguir, sentenciando: "El sistema de salud de Estados Unidos no es un ejemplo a mirar. Es de los más ineficientes que existen" y explicó que, a pesar de que Estados Unidos gasta "el 17% de su producto bruto, más o menos 10/11 mil dólares por año por persona", obtienen "los peores resultados" en salud pública.
Atribuyó esta ineficiencia al "gran peso que tiene el sector privado de la salud en Estados Unidos", contrastándolo con los sistemas europeos que, con "mucho más peso del sector público", invierten significativamente menos y logran "muchos mejores resultados".