Resultados preocupantes

El 27% de los alumnos de Mendoza no tienen buenos resultados en lectura

Según los resultados de las pruebas Aprender, el 7% de los alumnos están en un nivel crítico de lectura y el 20% en niveles básicos. Qué acciones está tomando la DGE.

Según los resultados obtenidos a través de las pruebas Aprender, el panorama sobre los niveles de lectura de los alumnos en Mendoza refleja una realidad preocupante: el 27% de los alumnos no alcanzan un desempeño satisfactorio en comprensión lectora. En esta categoría se incluyen el 7% de los estudiantes que se encuentran en un nivel crítico de lectura, y el 20% que solo logran leer de forma literal, sin comprender los textos en su totalidad. 

Claudia Ferrari, subsecretaria de Educación de la provincia, explicó en una entrevista con Radio Jornada (91.9) que la fluidez lectora, uno de los principales indicadores evaluados, se ha trabajado en Mendoza de manera sistemática desde 2017. A partir de 2018, la Dirección General de Escuelas (DGE) incorporó la comprensión lectora como eje fundamental de evaluación, ya que la capacidad de comprender lo que se lee es esencial para el desarrollo de competencias académicas en todas las disciplinas. "El desafío es que los estudiantes logren comprender cualquier texto que lean, algo crucial para su formación a nivel secundario y más allá", expresó Ferrari. 

El 27% de los alumnos de Mendoza no tienen buenos resultados en lectura

Las dificultades detrás de los resultados 

La subsecretaria destacó que una de las principales razones detrás de los bajos niveles de lectura tiene que ver con las desigualdades socioeconómicas. En muchos casos, los niños de sectores más vulnerables carecen del acceso adecuado a libros y otros recursos educativos en sus hogares. Este contexto pone a la escuela en una posición clave para suplir las carencias y garantizar que todos los estudiantes tengan las mismas oportunidades para desarrollar habilidades lectoras. Ferrari también mencionó la importancia de que las prácticas de lectura se den de manera cotidiana, no solo en el ámbito escolar, sino también en el hogar. A lo largo de los años, subrayó, las prácticas de lectura en voz alta, una herramienta fundamental para evaluar la fluidez lectora, se han ido perdiendo en las escuelas. Recuperarlas de forma positiva, asociando la lectura con el disfrute, es uno de los objetivos de la DGE. 

La tecnología como aliada

 La tecnología, aunque puede ser vista como un factor negativo en algunos casos, también está siendo utilizada de manera estratégica para mejorar los resultados en lectura. Ferrari destacó el desarrollo de una aplicación que permite a los estudiantes practicar la lectura en sus casas con el apoyo de sus familias. A través de esta plataforma, los alumnos pueden leer textos y recibir correcciones inmediatas, lo que facilita el aprendizaje y lo convierte en una experiencia interactiva y entretenida. 

El 27% de los alumnos de Mendoza no tienen buenos resultados en lectura

Los datos de las pruebas Aprender en Mendoza

En términos de los resultados obtenidos por Mendoza en las pruebas Aprender, Ferrari destacó que el 72% de los estudiantes alcanzaron un nivel satisfactorio de comprensión lectora. Aunque este dato es positivo, la funcionaria subrayó que el objetivo es lograr que todos los alumnos logren leer con fluidez y comprensión profunda. "Queremos que el 7% de los estudiantes que se encuentran en un nivel crítico lleguen a un nivel satisfactorio, y que el 20% que solo leen de forma literal avancen en un proceso más complejo de comprensión", explicó. Además, destacó que Mendoza tiene una de las tasas de participación más altas del país en este tipo de evaluaciones, con el 100% de las escuelas participando del operativo Aprender. Esto permite obtener una radiografía precisa de la situación en la provincia y ajustar las estrategias de mejora. 

Un trabajo conjunto con las familias 

La colaboración entre la escuela y las familias es otra de las claves para mejorar los resultados en lectura. Ferrari destacó que la DGE lleva adelante programas de intervención que incluyen a las familias, como el programa de nutrición del lenguaje para niños de dos años, que busca ampliar el vocabulario de los más pequeños.

En este sentido, el entorno familiar desempeña un papel fundamental, ya que la lectura debe ser un hábito tanto dentro como fuera del aula. El camino hacia la comprensión crítica.

El objetivo final, según Ferrari, no es solo que los estudiantes comprendan lo que leen, sino que también desarrollen un juicio crítico sobre los textos. En un mundo saturado de información digital, donde las redes sociales y plataformas como TikTok predominan, es crucial que los jóvenes aprendan a filtrar y evaluar la información de manera crítica. 

La educación en lectura, tal y como subrayó Ferrari, no solo debe enfocarse en la fluidez, sino también en la capacidad de los estudiantes para analizar, reflexionar y emitir opiniones sobre lo que leen. Este enfoque integral permitirá que los estudiantes no solo sean lectores competentes, sino también pensadores críticos en un entorno cada vez más complejo.

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