Entrevista en Radio Jornada

Burgoa se aferra a su banca: el concejal de Guaymallén zafó de la destitución por la interna radical

Pese a conducir ebrio, sin carnet y resistirse a la autoridad, Miqueas Burgoa no será apartado de su cargo. El Concejo Deliberante no logró formar la comisión investigadora por un empate en la votación.

En diálogo con Radio Jornada (91.9) el concejal peronista  de Guaymallén, José Pozzoli, se refirió a la polémica sesión especial que trató la posible destitución de su par Miqueas Burgoa (UCR) implicado en un grave episodio vial. 

El edil fue detenido manejando alcoholizado, sin licencia y "chapeando" su cargo ante la policía de General Alvear. A pesar de los pedidos públicos de renuncia del gobernador, el intendente y autoridades partidarias, Burgoa se mantiene en funciones. Según Pozzoli, la negativa del concejal a renunciar responde a una interna dentro del radicalismo de Guaymallén. 

Burgoa responde políticamente al exintendente Marcelino Iglesias, quien habría movido sus fichas para que sus concejales impidieran la conformación de la comisión investigadora. La presidenta del cuerpo debió desempatar la votación, favoreciendo al edil denunciado. La situación, según denunció Pozzoli, profundiza el descrédito institucional y agudiza la parálisis en el funcionamiento del Concejo.

La interna radical, el salvavidas político de Burgoa 

Pozzoli explicó que el salvataje político de Miqueas Burgoa no fue casual: "Zafó con lo justo", dijo, gracias al voto clave de una concejal de la Unión Mendocina y al apoyo de un sector del radicalismo alineado con el exintendente Marcelino Iglesias. 

Según el edil peronista, Iglesias estaría utilizando el escándalo para perjudicar la gestión del actual jefe comunal, Marcos Calvente. "Marcelino mandó a su gente a sostenerlo para generar un problema interno", sostuvo. 

El enojo de Pozzoli apunta también al propio Burgoa, quien se negó a asumir la responsabilidad política del hecho. "Nunca entendió que en estos casos hay que dar un paso al costado. Esto nos deslegitima a todos como Concejo Deliberante", afirmó. 

También remarcó que el hecho tuvo repercusión pública durante más de un mes, y que el edil no solo manejó borracho, sino que se resistió a la autoridad y usó su cargo como escudo.

Críticas al funcionamiento del Concejo Deliberante 

El concejal justicialista fue lapidario al describir el estado actual del cuerpo deliberativo: "El funcionamiento del Concejo ya venía mal. No hay horarios de comisiones ni de sesiones. Es una anarquía". 

Según detalló, las internas radicales y la falta de liderazgo de la presidenta del Concejo, vinculada políticamente a Iglesias, impiden cualquier posibilidad de diálogo y consenso. 

"Guaymallén tiene la población de una provincia, necesita otra calidad de conducción", opinó Pozzoli, y lamentó que el escándalo con Burgoa haya terminado por romper los puentes de convivencia política. También mencionó que la votación que evitó la creación de la comisión investigadora no solo dejó heridas internas, sino que involucró "devoluciones de favores" y posibles arreglos entre bloques. "Así no se puede trabajar", concluyó. 

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