Bombardeos, refugios y evacuación: el dramático relato de un funcionario mendocino en Israel
El subsecretario de Relaciones Institucionales de Mendoza, José María Videla Saenz, fue evacuado desde Israel tras el estallido del conflicto con Irán. Estaba participando de un seminario sobre seguridad ciudadana cuando comenzaron los ataques. Desde Jordania, relató su experiencia en "Lado A" por Radio Jornada 91.9
José María Videla Sáenz, subsecretario de Relaciones Institucionales del Gobierno de Mendoza, fue uno de los funcionarios argentinos evacuados por el gobierno israelí tras el estallido del nuevo conflicto bélico en Medio Oriente. Desde Amán, Jordania, donde se encuentra actualmente, dialogó con el programa "Lado A" de Radio Jornada 91.9, conducido por Luis Abrego, compartió en primera persona la angustiante experiencia vivida.
Sáenz con el presidente Javier Milei
Videla Sáenz había viajado a Israel invitado por la Embajada de ese país en Argentina y el Ministerio de Relaciones Exteriores israelí para participar en un seminario del Instituto Internacional de Liderazgo ISDRUT, centrado en seguridad ciudadana. El viaje, inicialmente académico, dio un giro radical cuando comenzaron los bombardeos.
"Nos enteramos por los medios primero, y luego empezaron a sonar las alarmas. Fue impactante. Apenas llegás a Israel, lo primero que te indican es dónde queda el refugio más cercano y cómo actuar ante un ataque. Tuvimos que aplicar ese protocolo a los pocos días", relató. Durante el conflicto, el grupo de participantes -integrado por representantes de diversos países latinoamericanos- debió refugiarse en un búnker subterráneo, con filtros de aire para situaciones de guerra química.
"Teníamos las alarmas a toda hora, perdimos la noción del tiempo", describió
Según contó, las actividades del seminario continuaron como se pudo dentro del instituto, e incluso algunas charlas se trasladaron al refugio antibombas. "Teníamos las alarmas a toda hora, perdimos la noción del tiempo", describió. A pesar del miedo, Videla Sáenz destacó la solidaridad de los ciudadanos israelíes: "Había gente que no te conocía y te ofrecía comida, agua, un espacio. Hasta un perro había en uno de los refugios".
El día a día bajo alarma constante
"Un día salí a caminar por el campus universitario en Beit Berl y tuve que meterme a otro refugio distinto. Era el único argentino y todos me abrieron la puerta, me ofrecieron comida. Fue un gesto que no voy a olvidar", dijo conmovido.
El funcionario mendocino explicó que si bien no se les había indicado una lista de elementos para tener preparados, todos cargaban una botella de agua y algo de comida. "Una noche teníamos todo listo para cenar y terminamos comiendo frío en el búnker. Las alarmas sonaban sin previo aviso, y uno no sabe cuánto tiempo puede estar allí abajo".
La evacuación: un operativo cinematográfico
La salida del país fue, según sus palabras, "como de película". El gobierno de Israel, en coordinación con la embajada argentina, organizó el traslado por tierra hasta la frontera con Jordania. "Salimos en una van en horario determinado, cruzamos el paso Allenby, hicimos aduana israelí, luego jordana, compramos un boleto para un micro, pagamos la visa... Era todo un trámite muy complejo, con una mezcla de diplomacia, incertidumbre y ansiedad".
Videla Sáenz expresó su agradecimiento a todos los que se preocuparon por su situación: "El embajador de Israel en Argentina, Eyal Sela, incluso nos visitó en el instituto. También agradezco al gobernador Alfredo Cornejo y al ministro de Defensa, Luis Petri, que me llamaron para saber cómo estaba".
Regreso incierto y una experiencia imborrable
Aunque ya está en zona segura, Videla Sáenz aún no tiene confirmación de cuándo podrá regresar a la Argentina: "Tenemos vuelo previsto para mañana, pero nos dicen que podría ser cancelado".
Por último, remarcó la neutralidad de Jordania en el conflicto y el rol estratégico que ha tenido como país receptor de evacuados: "Siempre ha mantenido buenas relaciones con Israel, y eso ha sido clave para este operativo".
"Fue como estar dentro de una película. Una experiencia inolvidable, que voy a contar el resto de mi vida", cerró José María Videla Sáenz, con el alivio de haber dejado atrás la zona de peligro, pero con la memoria marcada por la intensidad de lo vivido.