"Belgrano no se preparó para la guerra, pero aceptó el desafío como un verdadero héroe"
La historiadora Verónica Guidoni repasó en Radio Jornada la vida de Manuel Belgrano y destacó su rol clave en la independencia.
A 205 años de la muerte de Manuel Belgrano, la profesora de Historia Verónica Guidoni repasó los principales hitos de la vida y obra de uno de los próceres más importantes de la Argentina. Desde sus estudios en España hasta su inesperada conducción militar en el norte, Guidoni destacó su entrega, humildad y convicción en la causa patriótica, pese a no haber recibido formación castrense.
En una entrevista realizada en Radio Jornada 91.9, la especialista también relató los orígenes de la bandera nacional, el papel de Belgrano en la educación y el comercio, y la desobediencia que permitió el triunfo en el norte argentino. Además, subrayó el abandono y olvido en que murió el prócer, pese a su legado imborrable.
Bendición de la Bandera en Jujuy
Los orígenes de Belgrano y su formación
Manuel Belgrano nació en una familia numerosa de comerciantes de buena posición económica, aunque esa fortuna se vio disminuida por la injusta detención de su padre en tiempos coloniales. Esta situación marcó su vida: estudió Derecho y Economía en España, pero al regresar al Río de la Plata su destino lo llevaría por un camino muy distinto al que imaginó.
La profesora Verónica Guidoni destacó que Belgrano nunca tuvo una formación militar. Su trabajo inicial estuvo ligado al Consulado de Buenos Aires, donde impulsó ideas de modernización comercial y educativa. Sin embargo, al estallar el proceso revolucionario, su compromiso con la causa patriótica lo empujó al frente de batalla, primero en el litoral y luego en el norte del territorio, donde el conflicto con los realistas se volvió decisivo.
El héroe que no se preparó para ser militar pero aceptó el desafío
"Belgrano no se preparó para la guerra, pero aceptó el desafío como un verdadero héroe", afirmó Guidoni. Y explicó que este rasgo fue propio de los próceres de la época, hombres que asumieron roles inesperados por la urgencia de la independencia. En su caso, debió conducir tropas en condiciones extremas de clima, alimentación y vestimenta, sin la preparación de un militar de carrera.
La historiadora recordó además las dificultades de salud que padeció Belgrano, entre ellas problemas cardíacos y renales, además de secuelas de enfermedades contraídas en Europa. A pesar de su deterioro físico y del abandono por parte de las autoridades porteñas, Belgrano desobedeció órdenes de retirada y organizó el éxodo jujeño, maniobra clave para salvar el norte. También lideró las victorias de Tucumán y Salta, que evitaron el avance realista y consolidaron la Revolución.
Belgrano y la creación de la bandera
Otro aporte fundamental de Belgrano fue la creación de la escarapela y de la bandera nacional. Según explicó Guidoni, eligió los colores blanco y celeste por su devoción a la Virgen Inmaculada Concepción, patrona de los Borbones, y no -como sostiene el mito escolar- por el cielo y las nubes. Esa bandera fue enarbolada en Rosario, pese a la desaprobación inicial del Triunvirato, y luego se consolidó como emblema nacional tras la declaración de la independencia.
Belgrano también impulsó la educación popular, la creación de escuelas de primeras letras y proyectos económicos para el desarrollo del país. Sin embargo, murió olvidado, enfermo y empobrecido en Buenos Aires, el 20 de junio de 1820. Su gesta y su figura, sostuvo Guidoni, merecen ser rescatadas como las de otros héroes nacionales que antepusieron la causa común a sus intereses personales.
