Durante su primera audiencia formal en el Vaticano, el presidente Javier Milei y el papa León XIV protagonizaron un emotivo intercambio de regalos, cargado de elementos culturales, religiosos y simbólicos. La reunión privada se prolongó por 45 minutos, convirtiéndose en la más extensa que el pontífice ha mantenido con un jefe de Estado desde que inició su pontificado.

Fuentes diplomáticas indicaron que el gesto tuvo lugar tras conversar sobre temas de interés global como la pobreza, la cohesión social y los conflictos internacionales. Acompañado por su hermana Karina Milei -actual secretaria general de la Presidencia, el mandatario argentino ofreció una serie de presentes que destacaron por su fuerte raíz nacional y espiritual.

Entre los regalos que llevó Milei se incluyó una teca de plata 900 con detalles dorados, decorada con flores de ceibo la flor nacional y el escudo papal en relieve, usada para guardar hostias consagradas.

 También entregó un poncho de vicuña elaborado por artesanos de Catamarca, una caja con dulces tradicionales argentinos (como conitos de dulce de leche y galletas de limón), un documento original del año 1642 sobre la fundación del Convento de San José de San Juan, y un libro sobre la Iglesia San Agustín, del sacerdote Pablo Hernando Moreno.

Por su parte, el Papa obsequió a Milei un mosaico con la imagen de la Basílica de San Pedro, hecho en cerámica vitrificada, acompañado por una carta explicando su valor simbólico. Además, entregó una chalina de vicuña al cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado del Vaticano. El encuentro, cordial y significativo, fue interpretado como un paso firme hacia el acercamiento diplomático entre la Santa Sede y el gobierno argentino. León XIV expresó incluso su deseo de visitar Argentina, aunque la fecha aún no ha sido definida.