La mañana del miércoles se convirtió en escenario de horror en el sur de Minneapolis, cuando un tiroteo en la Annunciation Catholic School dejó un saldo de dos niños fallecidos, de 8 y 10 años, y otras 17 personas heridas, la mayoría de ellas menores de edad. Según confirmaron las autoridades, 14 niños figuran entre los lesionados y varios se encuentran en estado crítico.

El atacante, un hombre vestido de negro de aproximadamente 20 años, irrumpió en la iglesia adjunta al colegio poco antes de las 8:30, mientras se celebraba una misa de inicio de clases. Armado con un rifle, una escopeta y una pistola, abrió fuego contra los asistentes antes de quitarse la vida en el estacionamiento.

Respuesta inmediata

La emergencia movilizó a agentes del FBI, la Patrulla Estatal de Minnesota, la ATF y el Departamento de Policía de Minneapolis, quienes evacuaron el lugar y establecieron un centro de reunificación familiar en la calle 525 W. 54th St.

Los heridos fueron trasladados a distintos hospitales. El centro médico Hennepin Healthcare informó que recibió a nueve niños de entre 6 y 14 años y a dos adultos; siete permanecen en estado crítico y cuatro requirieron cirugía.

Reacciones oficiales

El gobernador Tim Walz aseguró que "los primeros días del ciclo escolar quedaron marcados por un acto violento" y pidió oraciones por las familias. El alcalde Jacob Frey expresó que la comunidad "quedó devastada por un hecho que cambiará vidas para siempre".

Por su parte, el presidente Donald Trump señaló en redes sociales que fue informado de la tragedia, destacó la rápida acción del FBI y pidió oraciones por los afectados.

Un colegio con casi un siglo de historia

La Annunciation Catholic School, fundada en 1924 junto a la parroquia del mismo nombre, ofrece educación desde preescolar hasta octavo grado. La jornada del miércoles marcaba el regreso a clases tras el receso de verano, un inicio escolar que quedó atravesado por una de las peores tragedias en la historia reciente de la comunidad.