Recordemos la elección de Juan Pablo II y sus 27 años de papado, mientras esperamos la fumata
Un líder espiritual que cambió el rumbo de la Iglesia con su mensaje de fe y esperanza, dejando un legado de casi tres décadas y una profunda huella en América Latina.
El 16 de octubre de 1978, San Juan Pablo II fue elegido como el 263° Sumo Pontífice de la Iglesia Católica, convirtiéndose en el sucesor del Apóstol Pedro. Al aparecer en el balcón de la Basílica de San Pedro, sus primeras palabras fueron "¡Alabado sea Jesucristo!", un saludo que resonó en la Plaza de San Pedro, donde miles de fieles esperaban ansiosos.
Dirigiéndose a los presentes, el nuevo Papa comenzó su primer mensaje con palabras de cercanía: "Queridísimos hermanos y hermanas: Todos estamos apenados todavía por la muerte de nuestro amadísimo Papa Juan Pablo I". Con humildad, reconoció el peso del momento, señalando que los "eminentísimos cardenales han designado un nuevo Obispo de Roma". Con voz serena, admitió que "sintió miedo al recibir esta designación", pero que aceptó con "espíritu de obediencia a Nuestro Señor y con plena confianza en su Madre María Santísima".
Juan Pablo II lideró la Iglesia Católica durante más de 26 años.
En un gesto que reflejó su estilo directo y humano, agregó: "No sé si podré explicarme bien en vuestra... nuestra lengua italiana; si me equivoco, me corregiréis", provocando aplausos y sonrisas entre los presentes. "Así me presento a todos vosotros para confesar nuestra fe común, nuestra esperanza y nuestra confianza en la Madre de Cristo y de la Iglesia; y también para comenzar de nuevo el camino de la historia y de la Iglesia, con la ayuda de Dios y con la ayuda de los hombres", concluyó, marcando el inicio de su pontificado.
Juan Pablo II encabezó la Iglesia Católica durante 27 años y casi 6 meses, entre el 16 de octubre de 1978 y el 2 de abril de 2005, día de su fallecimiento. Su pontificado se convirtió en uno de los más extensos de la historia moderna, solo superado por Pío IX. Fue elegido tras el breve papado de 33 días de su antecesor, Juan Pablo I. Su longevidad en el cargo le permitió tener una influencia sostenida sobre generaciones enteras de católicos.
Fue elegido tras el breve papado de 33 días de su antecesor, Juan Pablo I.
La vida de Karol Wojtyla, San Juan Pablo II
Karol Józef Wojtyla nació el 18 de mayo de 1920 en Wadowice, una pequeña ciudad a 50 kilómetros de Cracovia, Polonia. Fue el menor de tres hijos de Karol Wojtyla y Emilia Kaczorowska. Tras ser elegido Papa en 1978, se convirtió en un líder con un profundo sentido misionero, realizando 104 viajes apostólicos fuera de Italia y 146 dentro del país europeo, y visitando 317 de las 333 parroquias de Roma como su Obispo.
La multitudinaria misa de Juan Pablo II en la 9 de Julio
Su conexión con los jóvenes lo llevó a crear en 1985 las Jornadas Mundiales de la Juventud, un evento que sigue siendo uno de los encuentros más importantes para los jóvenes católicos de todo el mundo. Además, su enfoque en la familia lo motivó a inaugurar los Encuentros Mundiales de las Familias en 1994.
Entre sus aportes a la doctrina católica, destacan 14 encíclicas, 15 exhortaciones apostólicas, 11 constituciones apostólicas y 45 cartas apostólicas. En 1992, promulgó el Catecismo de la Iglesia Católica, inspirado en las enseñanzas del Concilio Vaticano II. También reformó el Código de Derecho Canónico y el Código de Cánones de las Iglesias Orientales, además de reorganizar la Curia Romana para adaptarla a los desafíos contemporáneos.
Su pontificado se convirtió en uno de los más extensos de la historia moderna, solo superado por Pio IX.
Fue el primer Papa en visitar una sinagoga y una mezquita, y lideró encuentros con representantes de múltiples credos, entre ellos el Dalái Lama, promoviendo un diálogo interreligioso inédito hasta entonces.
Sobrevivió al atentado del 13 de mayo de 1981 y perdonó Mehmet Ali Agca, su agresor, en un significativo gesto de reconciliación
Ademas, el atentado del 13 de mayo de 1981, en donde recibió cuatro disparos en la Plaza San Pedro, lo convirtió en símbolo de resistencia y perdón. Dos años más tarde, visitó a su agresor Mehmet Ali Agca en prisión y lo perdonó, en un gesto que recorrió el mundo.
El último adiós y el camino a los altares
San Juan Pablo II falleció el 2 de abril de 2005 a las 9:37 p.m., en el inicio de la octava de Pascua y víspera del Domingo de la Divina Misericordia. Su partida provocó una histórica movilización de fieles: más de tres millones de peregrinos acudieron a Roma para rendirle homenaje, formando filas de hasta 24 horas para despedirse en la Basílica de San Pedro.
San Juan Pablo II falleció el 2 de abril de 2005 a las 9:37 p.m., en el inicio de la octava de Pascua y víspera del Domingo de la Divina Misericordia
El 28 de abril de 2005, el Papa Benedicto XVI acortó el tradicional período de cinco años para iniciar su causa de beatificación. El proceso comenzó formalmente el 28 de junio de 2005, liderado por el Cardenal Camillo Ruini, entonces Vicario General para la Diócesis de Roma. Fue beatificado el 1 de mayo de 2011 por Benedicto XVI y canonizado el 27 de abril de 2014 por el Papa Francisco, junto a Juan XXIII, en una celebración que fue llamada por muchos "el día de los cuatro Papas".
Juan Pablo II y Argentina
El vínculo de Juan Pablo II con América Latina fue intenso y a veces complejo, marcado por un enfoque pastoral activo y una postura ambigua frente a los regímenes autoritarios de la región.
En su primera visita a Argentina, en junio de 1982, el Papa llegó en medio del conflicto de las Islas Malvinas y en los últimos meses de la dictadura militar. El 11 de junio de ese año, apenas dos días antes de la rendición argentina, aterrizó en Buenos Aires, donde se reunió con la Junta Militar liderada por Leopoldo Galtieri y participó en una multitudinaria misa en Plaza Italia ante dos millones de personas. Durante esa visita, hizo un llamado público a buscar una "salida digna" al conflicto bélico.
Juan Pablo II junto a Raúl Alfonsín, en su segunda visita a la Argentina en 1987.
El Vaticano tomó rápidamente la decisión de equilibrar su mensaje tras una controvertida visita del Papa al Reino Unido durante el mismo conflicto, un gesto que fue interpretado por algunos como un intento de neutralidad. Además, su rol en la mediación del conflicto del Beagle entre Argentina y Chile, que se resolvió pacíficamente, también fue visto como una intervención diplomática significativa. Cinco años más tarde, en 1987, regresó a Argentina, ya bajo el gobierno democrático de Raúl Alfonsín, consolidando su imagen como líder espiritual más allá del contexto dictatorial.