El mundo católico deberá esperar un día más. La esperada señal blanca no apareció en el cielo vaticano: en la primera jornada del cónclave, los cardenales reunidos en la Capilla Sixtina no lograron alcanzar el consenso necesario para elegir al nuevo Papa. Una densa fumata negra emergió de la chimenea, confirmando que no hay aún sucesor para el papa Francisco.

Cardenales de los cinco continentes se congregaron hoy en uno de los procesos más solemnes y reservados de la Iglesia Católica. Sin embargo, tras horas de deliberaciones, ninguna de las candidaturas logró reunir los dos tercios de los votos requeridos. El protocolo indica que mañana volverán a votar, con la esperanza de que la elección se destrabe.

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El cónclave, que se celebra a puertas cerradas y bajo un estricto juramento de secreto, es un momento clave para el futuro de la Iglesia, especialmente en un contexto global de tensiones políticas, crisis migratorias y desafíos morales.

"Es una señal de que aún hay divisiones internas. No es algo inusual, pero sí refleja lo complejo de la elección", expresó un portavoz vaticano sin dar más detalles.

En las próximas horas, se renovarán las especulaciones sobre los principales nombres que podrían ocupar el trono de Pedro. Mientras tanto, millones de fieles en todo el mundo miran hacia Roma con expectativa y fe.

Claves del cónclave:

• Se necesita una mayoría de dos tercios para consagrar un nuevo Papa.

• Las votaciones pueden repetirse hasta cuatro veces por día.

• La fumata negra indica que no hubo acuerdo; la blanca, que hay nuevo Papa.