La noche mendocina se llenó de emoción y música con la presentación de Abel Pintos, quien eligió la provincia para dar comienzo a su nueva gira "Cordillera y Mar".

El Arena Maipú se vio colmado por fanáticos que no quisieron perderse este esperado regreso. Durante dos intensas horas, el músico brindó un espectáculo inolvidable, en el que la conexión con el público fue total y cada canción fue coreada con entusiasmo.

El repertorio fue un repaso íntimo por su trayectoria musical, con los clásicos que ya forman parte del corazón de sus seguidores y también con nuevas composiciones. Uno de los momentos más emocionantes se vivió cuando Abel interpretó una sentida versión de "Gracias a la vida", que provocó una ovación general.

Además de la música, hubo espacio para la reflexión. Pintos, visiblemente emocionado, recordó con sinceridad sus primeras experiencias en la provincia, cuando temía no llenar el estadio y vivía todo con incertidumbre.

Comparando aquel entonces con su presente, se definió como un agradecido de la vida, de Dios y, especialmente, de sus seguidores, quienes le brindan afecto incondicional cada vez que pisa suelo mendocino.

En el escenario, se lo vio seguro, maduro y disfrutando cada instante, reflejando el resultado de muchos años de entrega y crecimiento artístico.

Una vez más, Abel conquistó a Mendoza, en una noche que quedará guardada en la memoria de quienes vibraron con su música y su mensaje.