La brasileña Raízen, actual operadora de la marca Shell en el país, inició un proceso para desprenderse de sus negocios en Argentina. El primer interesado en quedarse con esos activos es la holandesa Vitol, considerada uno de los traders de energía más grandes del mundo. La operación podría alcanzar los US$ 1.500 millones, según adelantó Clarín.

Raízen se quedó con los negocios de Shell en 2018, en un paquete que incluye la refinería de Dock Sud la segunda más grande de Argentina, con capacidad para procesar 100.000 barriles diarios-, 700 estaciones de servicio, una planta de lubricantes, terminales terrestres, bases en aeropuertos y activos de gas licuado de petróleo.

La situación financiera de la compañía es delicada: en el primer trimestre de la campaña agrícola 2025/26 perdió 1.800 millones de reales, lo que arrastró sus acciones a mínimos históricos en la Bolsa de San Pablo. Ante ese panorama, busca capital fresco mediante un socio estratégico o la venta parcial de operaciones. Los rumores sobre el interés de Vitol ya generaron un repunte en las acciones de Raízen y de su controlante Cosan.

En el pasado, la firma llegó a negociar con Saudi Aramco, la petrolera estatal de Arabia Saudita, aunque sin resultados. Ahora, el escenario se abre para Vitol, fundada en Róterdam en 1966, que se consolidó como un gigante en toda la cadena energética: petróleo, electricidad, carbón y renovables. Hoy gestiona más de 10.000 estaciones de servicio en el mundo, 22 millones de m³ de almacenamiento propio, y comercializa a diario 7,2 millones de barriles de petróleo y derivados, además de fletar 6.000 viajes marítimos por año.

En Argentina, la empresa ya opera a través de Vitco S.A., con una terminal en Zárate de 250.000 m³ de capacidad, conectada directamente al Paraná y equipada para distribuir combustible por camión, buque o barcaza. Desde sus oficinas en Buenos Aires, maneja principalmente diésel y naftas.