El Barcelos portugués se proclamó en Matosinhos campeón de la Liga de Campeones de hockey sobre patines por segunda vez en su historia, al imponerse en la tanda de penaltis al Oporto Fidelidade, tras empatar 1-1 en el tiempo reglamentario.

El conjunto dirigido por Rui Neto, que eliminó el sábado al Noia Freixenet en semifinales (3-1), sucede al Sporting de Portugal como vigente campeón y conquista su segundo título continental 34 años después del primero que logró en la temporada 1990/1991 con la presencia, en esta oportunidad, de un jugador mendocino.

Se trata de Santiago Chambella, un jugador que surgió de la cantera de Leonardo Murialdo y que se ha transformado en una pieza vital en el engranaje del juego de Barcelos.

Y eso que se las prometía muy felices el Oporto, que se adelantó en el tramo final de la primera mitad por mediación de Carlo Di Benedetto (0-1, min.14). Sin embargo, tras el paso por vestuarios, el máximo goleador del torneo, Miguel Rocha, se repuso a un tiro directo fallado e igualó el marcador para el Barcelos (1-1, min. 27).

El conjunto de Neto dispuso en el último minuto de un tiro directo tras una tarjeta azul a un rival, pero no logró materializarlo. La prórroga, marcada por el miedo a perder, no alteró el marcador y el campeón se decidió desde el punto de penalti.

Ahí apareció el portero argentino del Barcelos, Constantino Acevedo, que atajó tres penas máximas a lanzamientos de Helder Nunes, Eduard Alsina y José Costa para sellar el segundo título europeo del club portuense.

Este triunfo también fue histórico para Portugal, ya que nunca antes tres equipos habían ganado la competición consecutivamente. El FC Porto ganó la competición en la 2022/23, el Sporting en la 2023/24 y ahora Óquei de Barcelos.