La Justicia española condenó a cuatro hinchas del Atlético de Madrid, quienes recibieron penas de prisión tras colgar a un muñeco que representaba a Vinícius, acción ejecutada antes de un derbi madrileño frente al Real Madrid en 2023.

El fallo contempla 22 meses de prisión para uno de los implicados, responsable además de difundir el episodio en redes, y 14 meses para los otros tres. A pesar de las penas, ninguno ingresará en prisión por no contar con antecedentes y haber presentado disculpas formales.

Aunque evitarán la cárcel de momento, la sentencia advierte que sí la cumplirán si reinciden dentro de un plazo específico: cuatro años para el primero y tres para los restantes. 

La resolución judicial fue alcanzada mediante acuerdo entre las partes e incluye la aceptación de los delitos de odio y amenazas, con el aval de la Audiencia Provincial de Madrid.

El castigo más severo fue para el joven que filmó y compartió las imágenes: le dieron 15 meses por incitación al odio y otros siete por amenazas, además de una multa económica de 1.084 euros. Los otros tres recibieron siete meses por cada delito y deberán abonar 720 euros. Sin embargo, la condena va más allá de lo económico y penal.

Entre las restricciones impuestas, no podrán acercarse a menos de 1000 metros de los estadios donde actúe el jugador, ni tampoco de la Ciudad Deportiva del Real Madrid. Esta prohibición se extiende a eventos privados, actos publicitarios u otros espacios que frecuente el futbolista. También tienen vedado cualquier tipo de contacto con él.

A su vez, los cuatro condenados fueron inhabilitados para ejercer roles vinculados a la educación o actividades recreativas. Esta medida rige por cuatro años y medio para el condenado a 22 meses, y por tres años y siete meses para los demás.

El episodio se remonta a la madrugada del 26 de enero de 2023, cuando un muñeco fue colgado de un puente cercano a Valdebebas con una pancarta ofensiva. LaLiga fue quien presentó la denuncia inicial, respaldada luego por el club "merengue", que acompañó al futbolista como parte querellante.

Durante el juicio, el propio deportista recordó el impacto emocional. "Estaba tranquilo para jugar este partido y cuando me despierto por la mañana... veo un muñeco colgado con mi nombre", relató. Luego agregó: "No sabía lo que querían decir, no sabía si yo estaba en peligro, o mi familia...".

Con la confesión de los autores y el acuerdo judicial sellado, la causa llegó a su cierre. La sanción, aunque sin cárcel efectiva, representa un mensaje claro contra los actos de odio.