En la playa de estacionamiento del estadio "Feliciano Gambarte" y en la previa al evento que significó la vuelta a casa, tal como la definen sus simpatizantes, haberlo encontrado a Daniel Oldrá apenas arribó al predio fue un símbolo de cómo el "Gato" se consolida como el ídolo más referencial de este tiempo en la pasión tombina.

Costó que pudiera expresar en palabras lo que sentía, sobre todo porque los hinchas, al reconocerlo, corearon su apodo tal como si aún estuviese defendiendo esta camiseta, tanto en la etapa de futbolista como en la de entrenador.

Es más, durante esta entrevista, se quebró emocionalmente cuando la intensidad de los gritos de la gente no le permitía encontrar las palabras precisas para la respuesta.

- ¿Cómo interpretás que, más allá de haberte desvinculado del club, la pasión que por vos siente el hincha sigue creciendo?

- Y...es como una familia, no sé qué más decir. Todo lo que he vivido aquí nunca se va a borrar, por más que pase el tiempo y esté en otro lado.

- ¿Reafirmás que tomaste la decisión de irte por decisión propia?

- Sí, porque fue una decisión mía. Sé que a los dirigentes le han caído, pero fue lo que decidí yo y ellos no tuvieron nada que ver.

- ¿Qué te queda de ese vínculo que ya es pasado?

- Agradecerles...a Ale, a Pepe..sé que ellos no han querido que me vaya, pero repito que fue mi decisión.

- Hoy te toca dirigir otro equipo, pero pareciera que para la gente seguís dentro de Godoy Cruz, ¿o no lo sentís así?

-  Sí...(pausa porque está lagrimeando), no se más qué decir...no me dejan...me lo hacen sentir siempre.

Y partió, entre lágrimas propias y la ovación de los simpatizantes, cuyo cariño no ha mermado tras su paso a Instituto, sino todo lo contrario.