La acusación fue formulada por el jugador rival Eddie Guevara, quien aseguró haber sido objeto de expresiones discriminatorias durante el desarrollo del encuentro.

Según el testimonio del defensor del conjunto cuencano, Gallardo -identificado como el número 5 del Delfín- le habría dirigido frases de contenido racial en reiteradas oportunidades, entre los que están los términos como "negro" y "mono".

"No estamos para eso en esta actualidad", afirmó Guevara, quien expresó su malestar no solo por el contexto deportivo sino por el trato recibido. Asimismo, manifestó su intención de formalizar una denuncia ante las autoridades correspondientes: "Hay que hacer una buena denuncia, estamos locos".

El jugador añadió que transmitió lo sucedido a la comisaría del partido, pero recibió una respuesta evasiva que delegaba la responsabilidad al árbitro principal: "Se lo dije al árbitro una, dos... ¿hasta cuándo?", declaró, insistiendo en la necesidad de una intervención institucional ante este tipo de episodios.

La situación permanece bajo análisis y en caso de que los hechos denunciados sean incluidos en el informe arbitral, Gallardo podría ser objeto de sanciones que van desde la suspensión por varias fechas hasta una multa económica y un posible apercibimiento para el club. Por el momento, ni la Liga Pro ni Delfín Sporting Club han emitido comunicados oficiales al respecto.